Baja California Sur tiene motivos de sobra para que lo visites. Sus playas son uno de los principales atractivos turísticos debido a que cuenta con ciudades como Los Cabos, La Paz o San José del Cabo. Todas con grandes opciones de hospedaje y ni se diga de la gastronomía, que juega un papel muy importante en la zona.
Sin embargo, este estado cuenta con una gran parte de desierto, y es que su clima, junto con la combinación de la arena, hacen que esta zona sea hogar de cientos de especies endémicas y que solo sobreviven en la región. Una de las más curiosas y que, lamentablemente está en peligro de extinción, es la chirinola.
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Chirinola: El cactus que camina solo por las tierras de Baja California
Esta planta, misma que es pariente de la pitaya, tiene la distinción de ser el único cactus del mundo que camina. Como lo escuchaste, camina, y es que esa es la peculiaridad de la chirinola, misma que está en conservación debido a lo rara que es, ya que no se cosecha en cualquier suelo, puesto que necesita un clima en específico.
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La chirinola crece solo en suelos áridos, mismos que están muy cerca de las inmediaciones de Bahía Magdalena. Además, esta planta es una de las 100 especies cactáceas endémicas de la Península de Baja California y una de las 700 que crecen en territorio mexicano.
Su nombre científico es Strenocenus Eruca, esta última palabra que en latín significa oruga, y no es una coincidencia, esto debido a que crece muy cerca del suelo y se mantiene en el mismo, tal como si fuera el animal antes mencionado.
La chirinola vive cerca de 100 años y cuando muere lo hace en un sitio muy diferente al que florece, por lo que ha sido objeto de estudio con los años, y así tratar de entender un poco más la naturaleza que nos rodea.
¿Cómo “caminan” las chirinolas?
Esta planta se alimenta y genera su energía de ella misma. El proceso que sigue para desplazarse es que muere de un lado y eso nutre a pequeñas raíces que le permiten al otro lado sobrevivir, además que puede moverse entre 5 y 10 metros en toda su vida.
De igual forma, pueden llegar a medir cerca de tres metros, además de tener entre cuatro y ocho centímetros de diámetro, mientras que el exterior cuenta con espinas gruesas que sirven como defensa para los animales que quieran comérsela.