RECORRE LA CDMX

El Castillo Blanco sobre una chinampa que se resguarda en los canales de Xochimilco

Conoce un rinconcito de Xochimilco que no muchos ubican lleno de leyendas urbanas

Castillo Blanco en Xochimilco.Descubre esta construcción completamente únicaCréditos: Twitter/ @FoncitoFonceca
Escrito en DESTINOS el

El Castillo de San Diego, o también conocido como Castillo Blanco, es uno de los recintos que se esconden en la alcaldía Xochimilco. Al sur de la Ciudad de México podrás encontrar uno de los sitios llenos de misterio y una propuesta turística que podrás admirar durante tu paso por la zona chinampera. 

La construcción de estilo medieval atrae a los visitantes, pues la edificación parece sacada de un cuento de hadas, en medio de los canales de Xochimilco. Aunque muy poco se sabe de esta construcción, se encuentra en uno de los barrios tradicionales de Xochimilco, pero ojo, no se puede ingresar a este recinto, ya que no está abierto al público, pero sí puedes admirar mientras paseas por una trajinera. 

¿Dónde está el Castillo Blanco de Xochimilco? 

El famoso Castillo Blanco de Xochimilco se encuentra en el barrio de San Diego Tlalcozpan, uno de los nueve barrios de la alcaldía que se fundó en el siglo XVIII. En aquella época los habitantes se dedicaban a la agricultura, ganadería, etc; sin embargo el castillo es mucho más reciente. 

La página Somos Xochimilco reveló que el castillo blanco se levantó en la década de 1930 y no hay indicios sobre si hay una historia de amor detrás, ya que simplemente se edificó, se trata de un sitio que llamó mucho la atención. Se construyó en una chinampa, cuyo origen de la palabra es náhuatl 'chinampan' que significa "en la cerca de cañas". Aquí podrás ver una técnica que los mexicas usaban al usar troncos y varas para formar una estructura que luego cubrían con tierra para sembrar. 

Se dice que el antiguo dueño, Eduardo Ramírez, regalaba juguetes a los vecinos, así que los habitantes de Xochimilco visitaban el castillo blanco, pero luego en los años 40 se dedicó a compartir el espacio para las fiestas de graduación de las escuelas. De acuerdo con el libro Ciudad de México Insólita y Secreta, el gobierno de la capital intentó convertir este espacio en una casa de cultura pero no se pudo concretar.