Viajar, sin duda, nos ayuda a conocer más culturas, y no solo de México sino a nivel mundial; pero también los viajes son la oportunidad para explorar sabores, texturas y olores de la gastronomía de cada destino que elegimos para pasear, pues hay ingredientes -y por lo tanto platillos- que dan identidad a esos sitios y difícilmente encontraremos en algún otro.
Por si no lo sabías, cada 20 de octubre se celebra el Día Internacional del Chef, esos personajes que sin duda traen ese don o talento para hacer “alquimia” en la cocina y que se han especializado para incluso hacer sus propias creaciones partiendo de ingredientes tradicionales y ofrecernos nuevas versiones para satisfacer el paladar, la vista y el olfato.
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Gracias a los viajes, a lo largo de la historia, la comida ha logrado internacionalizarse, razón por la que en México podemos saborear un delicioso croissant o cuernito con jamón, que dicho sea de paso, su nombre en francés nada tiene que ver con el que le damos y hemos adaptado en México, pues a este pan, creado en París en el siglo XIX, más bien se le compara con una luna en cuarto creciente.
La gastronomía de Francia, un icono y referente de la cocina internacional, es desde 2010, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO; incluso, se dice que es “la madre de todas las cocinas”, basta poner atención en el menú de cualquier restaurante y ver los nombres, ya que por ejemplo el mousse, el puré, el paté, el foie gras, las crepas o técnicas como el glaseado o incluso el baño maría, provienen del país galo.
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Bueno, te tocará explorar la gastronomía de Francia si te consideras un verdadero viajero foodie; si tienes oportunidad de ir a restaurantes o simplemente probar la comida de sus cafés o sitios económicos, lo único que te podemos dejar claro es que apartes una buena parte de tu presupuesto del viaje para al menos tener una experiencia foodie y saborear algo deli.
También de Francia, tenemos de los mejores vinos del mundo, destacando las regiones de Burdeos, Loira, Valle del Ródano, Champagne y Borgoña, entre otras más. Así que si viajas a Francia, no sacrifiques mucho al probar algo de su gastronomía más tradicional y sus vinos, así como los panes y postres… ¡Te encantará!