Si eres chilango, la frase “Te veo en el Zócalo” te resultará familiar. Sin embargo, para alguien de otro estado o, aún más, de otro país, puede resultar confusa, ya que, en el ámbito más conocido de esta palabra, que es en el ámbito de la arquitectura, el término "zócalo" se refiere a la base corta que sostiene un pedestal, columna o escultura, o a la parte inferior de una pared.
Aunque la palabra tiene otros significados en campos como la electrónica o la geología, al mencionar "zócalo" a alguien que no sea chilango, lo más probable es que le venga a la mente la parte inferior de una construcción. Entonces, ¿por qué en la Ciudad de México llamamos "El Zócalo" a nuestra plaza principal, oficialmente conocida como Plaza de la Constitución?
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¿Por qué se llama El Zócalo de la CDMX?
La historia de por qué la plaza de la Constitución comenzó a ser conocida como el Zócalo es sumamente interesante y se remonta a mucho años atrás: En 1842, el entonces presidente Antonio López de Santa Anna tenía un ambicioso proyecto para erigir un monumento a la Independencia en el centro de la plaza principal, que ya contaba con una larga historia.
Para llevar a cabo este plan, se demolió el Mercado del Parián, que ocupaba parte del sitio. En junio de 1843, se convocó a un concurso para diseñar el monumento, el cual fue ganado por el arquitecto francés Enrique Griffon. Sin embargo, insatisfecho con la propuesta, el presidente organizó un segundo concurso que fue ganado por Lorenzo de la Hidalga.
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El 16 de septiembre de ese mismo año, se colocó la primera piedra y se comenzó la construcción de la base, conocida como el zócalo, que iba a sostener la columna del monumento proyectado, con un ángel de brazos abiertos en la cima, de acuerdo con investigadores del INAH.
No obstante, tras la cimentación del zócalo, surgieron serios problemas de financiamiento, exacerbados por la invasión de Estados Unidos en 1846. Como resultado, el único elemento que se completó fue el zócalo, y el monumento nunca llegó a construirse. A pesar de esto, el término "zócalo" comenzó a popularizarse, ya que muchas personas utilizaban este lugar como punto de encuentro, lo que llevó a que la plaza se conociera de manera informal como "El Zócalo", nombre que perdura hasta nuestros días.