Jalisco es uno de los estados que refleja las bellezas mexicanas, además de su la cuna del mariachi y el tequila, símbolos nacionales a nivel internacional, también resguarda algunas de los atractivos naturales más impresionantes de todo el país, y el fiel reflejo son estas grutas que antaño funcionaron como pozos desde donde extraían el agua que se usaba en las comunidades cercanas y que ahora son lugares espectaculares para divertirse y probar refrescantes bebidas.
Además de todo, este bello destino ha influido en la historia de nuestro país pues también sirvió como resguardo de los soldados durante la guerra cristera y después si vio como un lugar sacro pues en el interior oficiaban misas, y hoy representan un bello destino en donde puedes probar platillos deliciosos y bebidas únicas, así que no pierdas la oportunidad de disfrutar de este increíble paraje natural que sorprende a todos los visitantes que llegan hasta ahí día con día.
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Grutas de Amatitán, un restaurante en el fondo de la tierra
Hoy en día, este histórico sitio se ha convertido en uno de los restaurantes más destacados de Jalisco en el que puedes probar deliciosas bebidas, degustar la mixología y probar los tradicionales cantaritos que son uno de los tops más pedidos de esta lugar que cuenta con una historia de 300 años, y caminar las entrañas de la tierra en un espectacular recorrido que muestra el camino
Por si está belleza fusionada con los gastronomía fuera poco, este municipio está inmerso en el Paisaje Agavero, cuna del tequila, donde también puedes aprender más sobre la elaboración de esta tradicional bebida mexicana, y que fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2006, por lo que es un pretexto más para dirigirte un fin de semana completo a este bello pueblito donde podrás cenar en un restaurante ubicado en las entrañas de la tierra.
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Si estás buscando un sitio fuera de lo común, disfrutar en esta cueva que también es restaurante en las Grutas de Amatitán es la mejor opción para salir de la rutina y disfrutar de exóticas bebidas, la deliciosa mixología que preparan, además de los tradicionales cantaritos, en un lugar con las de 300 años de tradición, que primero servía como grutas para extraer agua, fue también un refugio durante la época cristera, un templo donde se oficiaban misas, y ahora es un restaurante donde puedes disfrutar de imperdibles bebidas.