Falta poco para recibir el 2025, una celebración que se festeja a nivel mundial con el fin de que el año venidero sea mejor, lleno de oportunidades y buenos momentos. Sin embargo, gracias a la rotación e inclinación de la Tierra algunos países serán los primeros en recibir el Año Nuevo.
Será en específico un país ubicado en un archipiélago en medio del inmenso Océano Pacífico que será el primero en recibir el 2025 y es parte del continente de Oceanía. Este lugar destaca por sus grandes arrecifes de corales y es el atolón más grande del mundo, así es como celebran el año nuevo.
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El país este compuesto por diversas islas que cuentan con hermosas lagunas en su interior, por lo que, si quieres ser de los primeros en recibir un nuevo año, entonces debes de planear tu próximo viaje a la nación en ser la primera en recibir el Año Nuevo en medio de sus paradisiacas playas.
¿Cuál es el primer país en recibir el Año Nuevo?
La primera nación en recibir el Año Nuevo es la República de Kiribati, también conocida como la “Isla de la Navidad”, está compuesto por 33 atonales -es decir, islas con lagunas en su interior- y, es el único país que se extiende por los cuatro hemisferios: norte, sur, este y oeste, sobre sobre la línea internacional de cambio de fecha - una línea imaginaria que establece los cambios de horario-; gracias a esta misma extensión es que es el primero en recibir las primeras horas del Año Nuevo y los primeros rayos del sol todos los días
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¿Cómo se celebra el Año Nuevo en la Isla de Kiribati?
El Año Nuevo en la Isla de Kiribati es una de las coloridas y amidas de todo el mundo, y es conocida como “Botaki” en el que se reúnen para realizar danzas y canciones tradicionales. Esta celebración es acompañada con un banquete donde el menú principal es: cerdo, langosta, taro y frutas tropicales.
Atractivos de Kiribati
La República de Kiribati cuenta con hermosas playas tropicales, así como paradisíacas islas solitarias que se han visto amenazadas por el aumento de mar debido al cambio climático, y es que la Isla de la Navidad cuenta con una de las altitudes más inferior del mundo, lo que lo que la hace muy vulnerable ante al ascenso del agua.