Si crees haberlo visto todo en cuanto a destinos icónicos de México, prepárate para descubrir el "templo sumergido" en Chiapas. El Templo de Quechula se encuentra en medio de las aguas del río Grijalva y, aunque suele estar hundido la mayor parte del año, en estas fechas comienza a resurgir y se vuelve visible.
Puedes realizar un paseo en lancha para admirar su arquitectura, que te transporta en el tiempo al siglo XVI, y maravillarte con los reflejos y contrastes que se forman en el agua. Se trata de las ruinas de lo que fue, ya que queda muy poco de su estructura, pero hay algo mágico en ver los arcos, muros y algunas columnas.
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La historia de este sitio es fascinante: fue construido por misioneros dominicos en un pueblo llamado Quechula. A fines del siglo XVIII, el pueblo y el templo fueron abandonados tras una epidemia y quedaron en ruinas. En la década de 1960, la construcción de la presa hidroeléctrica Netzahualcóyotl, también llamada Malpaso, inundó tanto las ruinas del pueblo como el templo.
Sin embargo, los habitantes de la zona se opusieron a que se destruyera, reconociendo su importancia histórica, y así quedó sumergido. El año pasado, tras 57 años bajo el agua, el templo quedó completamente descubierto debido a la sequía y recobró relevancia como sitio turístico. Anteriormente, en 2009 y 2015, también había quedado parcialmente descubierto.
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¿Se puede visitar el Templo de Quechula?
Actualmente, el templo sigue parcialmente descubierto y es posible visitarlo en paseos en lancha. Para tu visita, puedes comer en el restaurante frente al templo. Primero, deberás llegar a Nuevo Quechula, donde fueron reubicados los habitantes que quedaban en el pueblo tras la epidemia y la construcción de la presa.
Aunque se trata de un poblado pequeño, sin duda te recibirán y podrán proporcionarte información si deseas realizar el paseo en lancha, ya que es desde allí que salen las lanchas. El poblado de Nuevo Quechula y el Templo sumergido se encuentran a 2 horas y media de la capital del estado.
Si te gustan los lugares misteriosos, ocultos y con historias interesantes, no puedes dejar de visitar este templo, admirar su belleza e incluso caminar por sus estructuras. Es una experiencia única en el estado de Chiapas, un destino que el antropólogo Carlos Navarrete Cáceres ha denominado "el templo que se niega a morir".