La historia del ferrocarril en México es reciente comparado a otros lugares, sobre todo en Estados Unidos y en Europa; sin embargo, este método de transporte fue muy importante a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX como método de transporte y carga, así como para algunos movimientos como lo fue la Revolución Mexicana de 1910.
La primera ruta de ferrocarril en México se abrió paso hacia 1850 y aunque en primera instancia se enfocó solo en el estado de Veracruz, la primera ruta que cubrió el país y que hizo un viaje largo llegó hasta Jalisco, justo a Guadalajara, capital del estado y es que una de las urbes más importantes de todo el territorio nacional.
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Fue exactamente en frente del Templo de San Francisco de Asís donde se llevó a cabo la llegada del primer ferrocarril, pues fue en esta parte de la ciudad donde estaba la estación, misma que cambió con el tiempo, aunque la historia quedó escrita en este sitio que tiene un valor histórico muy importante.
La historia del ferrocarril en Guadalajara
Sin duda alguna, el ferrocarril transformó mucho del transporte de pasajeros y carga en el occidente del país. Justo esta primera estación en Guadalajara se hizo atrás del Jardín de San Francisco en 1888 y fue más de 50 años después cuando se trasladó a la ubicación actual, justo en Circunvalación, entre 16 de septiembre y Colón.
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De acuerdo con Javier Hernández Larrañaga, escritor del libro ‘Guadalajara: Identidad Perdida en la década de 1860’, comentó que el ferrocarril solo llegaba desde el Golfo de México y hasta Irapuato, Guanajuato, pero fue gracias a Ramón Corona que se extendieron las vías y finalmente llegó a Jalisco.
Además, el mismo autor detalló en el mismo libro que el 15 de mayo de 1888 fue cuando arribó el primer ferrocarril al estado luego de un viaje que inició en la Ciudad de México. Con escalas en Tula, Irapuato y La Barca, llegó a las 5 de la tarde y desde entonces se hizo un constante hasta que este modelo de transporte dejó de funcionar.
¿Qué haces en Guadalajara?
La capital del estado de Jalisco es única debido a que es una ciudad maravillosa que retrata la modernidad con lo tradicional y que, además, tiene tradiciones bien enraizadas que la hacen única, no por nada son cuna de una de las grandes gastronomías de México y entre sus emblemas están las tortas ahogadas.
Además, hay mucho por hacer en mero Guadalajara y ni se diga en las ciudades y sus pueblos alrededor, mismos que son únicos y que cuentan con una belleza indescriptible, por lo que si estás planeando tus próximas vacaciones, puedes hacer de esta ciudad jalisciense un destino maravilloso.
Algo que no te puedes perder en este sitio es la Plaza de la Liberación, el Hospicio Cabañas y el mercado de San Juan de Dios. En cuanto al Hospicio Cabañas, era un orfanato que ahora es Patrimonio de la Humanidad reconocido por la Unesco y que te dejará sin palabras y aliento.
Si quieres visitar otro punto, el Zoológico de Guadalajara te espera con toda tu familia para que puedas pasear y disfrutar de todos los animales que tienen en este lugar. De igual manera, puedes pasear por la Catedral, conocer el Teatro Degollado y el Palacio de Gobierno, así como la Rotonda de los Hombres Ilustres y la Biblioteca Iberoamericana.