El Puente de Hacho, inaugurado en 1898, es el más largo de la red ferroviaria española. Estuvo en funcionamiento durante 72 años hasta su clausura en 1979. En 1980 estuvo a punto de ser vendido como chatarra, pero fue salvado gracias a un electricista y la guardia civil. Desde entonces, se ha mantenido como el puente ferroviario más extenso de España y uno de los más largos del continente.
Este puente histórico, construido sobre el río Guadahortuna, es considerado un Bien de Interés Cultural de la provincia de Granada. Su proeza radica en cruzar un barranco con 12 tramos metálicos de celosía, abarcando una longitud de 624 metros sobre los cuales anteriormente transitaba un ferrocarril. Teniendo en cuenta que esta construcción se realizó a finales del siglo XIX, su hazaña es impresionante.
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Lo que debes saber antes de visitar el Puente de Hacho
Actualmente, los ferrocarriles ya no paran en Alamedilla-Guadahortuna, el trayecto para el cual originalmente se construyó el puente. Esta "estación fantasma" puede visitarse y ofrece la posibilidad de hacer senderismo, aunque es necesario tomar precauciones debido a que la estructura está oxidada.
La historia de este puente comenzó cuando la ciudad de Almería buscó conectar su puerto con el centro de la nación mediante un tren. El Puente de Hacho fue parte de la antigua línea ferroviaria Linares-Almería, destinada a transportar materiales. Para ello, se creó la Compañía de los Caminos del Hierro del Sur y se encargó la obra a la empresa Fives Lille. El diseño estuvo a cargo de dos estudiantes y colaboradores de Gustave Eiffel.
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Con una longitud de 624 metros y una altura de 50 metros en su parte más alta, este puente de estructura metálica destaca por su impresionante diseño, su peso y su rigidez. Sorprende que se mantenga en pie a pesar del paso del tiempo. El puente de hierro más largo de España es un lugar perfecto para un viaje en el que quieras viajar en el tiempo y descubrir una estructura colosal.
Este puente forma parte de la llamada arquitectura de hierro, una revolución en la construcción del siglo XIX posibilitada por la Revolución Industrial. También conocida como arquitectura metálica, uno de sus primeros ejemplos en puentes fue el puente de Coalbrookdale. La Torre Eiffel y el Grand Palais en Francia son los ejemplos más conocidos y destacados de esta innovadora técnica constructiva.