México atraviesa altas temperaturas y seguramente has escuchado que usar ropa de color claro es favorable, y que la ropa negra es el peor enemigo. Pero para entender por qué esto no es completamente cierto, primero debemos considerar que a menudo se habla de luz y calor como si fueran lo mismo. Se dice que el blanco refleja la luz y el negro la absorbe, lo que sugiere que el blanco refleja el calor y el negro lo absorbe, lo que implicaría que usar ropa negra te hace sentir más acalorado.
Si bien es cierto que la energía del calor sigue las mismas leyes de conservación que la energía de la luz, y por lo tanto los colores de la ropa pueden influir en cuánto calor absorben o reflejan, es importante considerar que muchos de los estudios que intentaron demostrar que la ropa negra se calienta más se llevaron a cabo con ropa doblada bajo el sol, sin tener en cuenta la sensación real de las personas al usarla ni otros factores como el viento o la transpirabilidad del tejido.
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¿Qué hace el sol con la ropa negra?
Al elegir que ropa usar en días calurosos, por ejemplo en un viaje a la playa, no solo debemos pensar en cómo afecta el sol a la tela, sino también en el calor que nuestro cuerpo emite. Si seguimos la lógica de usar ropa blanca para evitar la absorción de calor, podríamos pensar que esta terminaría atrapando el calor corporal al reflejarlo de vuelta hacia nosotros.
Por lo tanto, la respuesta no sería necesariamente vestir de blanco, sino considerar otros factores como si estamos en interiores o exteriores, si hay corriente de aire, si estamos sudando y si hay espacio para que el cuerpo se enfríe. Después de todo, la transpiración es nuestro principal mecanismo de regulación térmica.
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Para asegurarnos de que la ropa nos ayude a mantenernos frescos, es importante evitar telas que obstaculicen la transpiración. Optar por prendas holgadas y evitar tejidos sintéticos es clave para permitir la circulación del aire alrededor de nuestro cuerpo. En entornos exteriores con viento, es preferible evitar la ropa ajustada y priorizar telas frescas y prendas holgadas, sin importar el color. En interiores, es recomendable optar por ropa oscura que absorba el calor en lugar de reflejarlo.
Según las leyes de la radiación térmica, la cantidad de energía que un objeto emite y la cantidad de energía que absorbe es la misma. Por lo tanto, si bien es cierto que el negro absorbe más calor, también es cierto que lo emite más rápidamente, lo que significa que se enfría más rápidamente. Si colocamos dos prendas, una blanca y una negra, bajo el sol, veremos que en pocos minutos la prenda negra ha aumentado más su temperatura, pero al mismo tiempo observaremos que se enfría más rápido que la blanca.