Sin duda los Juegos Olímpicos son un momento en que todo el mundo observa a los representantes de su país, atletas de alto rendimiento que buscan el pódium y una medalla olímpica. Por ello, en vísperas de los juegos de París 2024, la llama olímpica ha recorrido los principales lugares de Europa que han sido de gran importancia para el deporte. El fuego sagrado pasó por una ciudad entre montañas, pero no cualquiera, se trata de la primera ciudad que acogió los primeros Juegos Olímpicos de Invierno en 1924.
Ahora 100 años después, vuelve una edición de los Juegos Olímpicos a la bella ciudad de París, donde miles de deportistas de alto rendimiento se reunirán para representar a sus países en competencias de varias disciplinas como: natación, gimnasia, atletismo, tiro con arco, clavados, etc. Aunque París es una de las más hermosas ciudades del mundo y de las más populares, no podemos dejar de lado el corazón de los Alpes Franceses, la pequeña ciudad entre montañas donde se celebraron los primeros juegos de invierno.
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Chamonix, el paraíso alpino que fue escenario de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1924
Los primeros Juegos Olímpicos de Francia se celebraron en 1924, en la ciudad de Chamonix, una bella ciudad rodeada de un paisaje único, los hermosos Alpes Franceses resguardan esta ciudad. Entre las principales competencias destacan deportes como patinaje artístico, patinaje de velocidad, patrulla militar, salto de esquí, bobsleigh, combinada nórdica, curling, esquí de fondo y hockey sobre hielo.
Considerada como la cuna del alpinismo, Chamonix es una ciudad ideal para aquellas personas que buscan disfrutar de la naturaleza y recorrer paisajes entre montañas, no por nada cuenta con la montaña más alta de Europa, el famoso Mont Blanc. No importa la temporada del año que decidas visitar esta bella ciudad, podrás admirar sus bellas montañas, pero los expertos aseguran que el invierno es la mejor opción para sus pistas de esquí.
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El pueblo de Chamonix es un sitio encantador a simple vista, tiene desde tiendas, cafeterías, chocolaterías por donde quiera que voltees, pero si miras un poco hacia arriba verás a los increíbles Alpes franceses resguardando la ciudad. Puedes subir al Mont Blanc pero donde solo alpinistas veteranos y con experiencia se atreven a hacerlo, así que una buena opción es contratar un guía de montaña. Otra opción es disfrutar del famoso Tranvía del Mont Blanc, considerado como el tren cremallera más alto de Francia con 2.372 metros de altitud.