En el mundo del turismo, a veces nos encontramos con términos que nos generan dudas. ¿Existe diferencia entre una iglesia y una parroquia? ¿Qué distingue un bosque subtropical de uno templado? Si bien estas confusiones rara vez nos traen problemas, saber con precisión dónde estamos y qué visitamos enriquece nuestra experiencia.
No es lo mismo confundir Austria con Australia que una montaña con un volcán. A menudo, se denomina montañas a volcanes inactivos. Pero, ¿qué hace que un volcán se considere inactivo? ¿Cuántos años deben pasar o qué características deben tener? A continuación, te lo explicamos para que puedas discernir si la próxima vez te encuentras ante un volcán activo o inactivo.
Te podría interesar
El volcán activo más grande del mundo
El Mauna Loa es el volcán más grande del mundo en términos de volumen y superficie. Se consideraba inactivo hasta el año 2022, cuando después de 38 años de dormancia, entró en erupción. Afortunadamente, esta actividad volcánica no causó daños a la población circundante.
Este evento hizo que muchas personas se cuestionaran cómo se determina si un volcán está realmente inactivo y si existe la posibilidad de que vuelva a despertar, o si existen señales que indiquen que ya no volverá a tener erupciones. Lo que debes saber es que se considera un volcán activo a aquellos que han tenido erupciones en un período reciente o que presentan signos de actividad futura. Además, estos volcanes muestran señales de actividad como emisiones de gas, ceniza y fumarolas.
Te podría interesar
Por otro lado, se considera que un volcán está inactivo cuando no ha tenido erupciones durante un período de tiempo muy largo, incluso cientos o miles de años. Aunque pueda presentar signos de actividad pasada, como fumarolas o aguas termales, esto no significa necesariamente que sea un volcán activo. En el Valle de México, el ejemplo más claro que tenemos es el Iztaccíhuatl, un volcán inactivo cuya última actividad ocurrió hace 156 años.
Algunas pruebas que podemos observar para determinar si un volcán está inactivo incluyen la falta de actividad y erupciones visibles, así como la deformación del terreno. Sin embargo, es importante tener en cuenta que ha habido casos en los que un volcán considerado inactivo ha vuelto a su actividad volcánica. Esto puede suceder, por ejemplo, cuando el magma se acumula en la cámara magmática y, si la acumulación es lo suficientemente grande, puede generar presión y causar una erupción.
Opción C: Volcán extinto
Existe una tercera opción: los llamados volcanes extintos, es decir, volcanes inactivos que tienen muy bajas posibilidades de volver a entrar en erupción. Sin embargo, la ciencia aún no proporciona respuestas claras sobre si es posible predecir si un volcán nunca podrá reactivarse. Para considerar un volcán extinto, además de su falta de actividad, se requiere que su estructura geológica esté erosionada. El llamativo Volcán Puntiagudo, en Chile, es un ejemplo perfecto de este tipo de volcán.
En tus próximas vacaciones, si planeas visitar la naturaleza, te recomendamos que revises el tipo de vegetación, el clima, la altitud sobre el nivel del mar y las características del lugar. Por ejemplo, ¿es una montaña, un bosque, una playa con qué tipo de arena? De esta manera, te convertirás en un viajero más experimentado con cada experiencia.