Una de las maravillas naturales más destacadas de México son sus cenotes, y existe una idea generalizada de que sólo se encuentran en la Península de Yucatán y en el estado de Quintana Roo. Sin embargo, al norte del país, en Nuevo León se encuentra una joya subterránea poco conocida con impresionantes aguas turquesas que debes visitar en tu próximo viaje.
Se trata del Pozo del Gavilán, conocido también como el ‘cenote de Nuevo León’, un paisaje subterráneo ubicado en medio del desierto y a más de 80 metros de profundidad donde es posible sumergirse en su estanque y disfrutar refrescantes aguas turquesas ¡Descúbrelo!
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Pozo del Gavilán, el cenote de Nuevo León
El Pozo del Gavilán se encuentra a tan sólo 300 metros de distancia de la ciudad de Monterrey, y se encuentra “oculto” en el Ejido La Laguna, en el municipio de Galeana, que destaca por contar con un paisaje desértico rodeado de matorrales. El cenote de Nuevo León tiene una abertura de 67 metros de diámetro y 82 de profundidad, y desde la cima de la superficie es posible contemplar el estanque de agua de impresionantes tonalidades turquesas que resguarda esta gruta totalmente descubierta al aire libre.
Para sumergirse, realizar kayak o buceo en sus cristalinas aguas se debe de descender por medio de rappel, por lo que debes de contar con el equipo necesario y la ropa adecuada para visitar esta joya natural de esta entidad. Puedes aprovechar este para realizar ciclismo y senderismo entre sus cañones y montañas.
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¿Cuánto cuesta visitar el Pozo del Gavilán, el cenote de Nuevo León?
Es posible encontrar diversas agencias para visitar el único cenote de Nuevo León que incluyen el descenso al Pozo del Gavilán, navegar en kayak, el equipo de rappel y alimentos por un costo de 2,000 a 3,000 pesos por persona.
¿Cómo se originó el Pozo del Gavilán?
De acuerdo con lo dado a conocer por el portal de viajes México Desconocido, existen diversas teorías sobre cómo se dio la formación de este lugar, sin embargo, la versión más aceptada es que estas aguas son parte de los canales subterráneos que corren de la Laguna de Labradores, que se encuentra cerca del cenote. De acuerdo con el Dr. Alonso Ramírez Fernández, geólogo investigador de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) señala que este lugar se formó hace más de 150 millones de años, y es posible que la actividad turística este dañando las paredes del cenote, ya que están compuesta de yeso, un material frágil.