Salir de vacaciones no tiene que significar regresar a casa y encontrar nuestras plantas tristes, marchitas y con hojas secas. Muchas veces, esto ocurre por falta de información. Incluso hay quienes optan por no tener plantas por miedo a no poder cuidarlas durante sus viajes. Sin embargo, es posible disfrutar de ambas cosas si dedicamos el tiempo necesario a su cuidado antes y después del viaje.
Las plantas son una excelente manera de purificar el aire, mejorar los olores y embellecer nuestro hogar. A menudo empezamos con una y terminamos queriendo llenarlo de verde. Así que, si eres un amante de las plantas, aquí te compartimos algunos consejos para que tus viajes no se conviertan en sinónimo de hojas secas y plantas caídas.
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Consejos para regar y cuidar tus plantas durante las vacaciones
1. Investiga el cuidado de cada tipo de planta
Un error común al cuidar nuestras plantas es regar todas con la misma frecuencia y cantidad de agua. Antes de salir de viaje, lo mejor es investigar los cuidados específicos de cada especie que tenemos en casa. Existen aplicaciones móviles que, con solo tomar una foto, te indican el nombre de la planta y sus necesidades. Asegúrate de personalizar su cuidado y considera etiquetarlas con su nombre y el calendario de riego. Por ejemplo: "Regar lunes, miércoles y viernes" para las plantas que requieren más agua, o "Regar solo los lunes" para aquellas que necesitan menos humedad. Así, si alguien más se encarga de tus plantas, podrá seguir fácilmente este esquema.
2. Asegurate de que no tengan plagas antes de partir
Si dejas tus plantas sin cuidados o solo con riego durante un período prolongado, las plagas pueden proliferar. Por eso, es fundamental revisar que no tengan infestaciones antes de partir. Los repelentes naturales son una excelente opción para mantener tus plantas sanas. Uno de los más efectivos para períodos largos es rallar el hueso del aguacate, dejar la ralladura en agua caliente durante 24 horas y luego rociar esa mezcla sobre las plantas. Además, el vinagre diluido en agua en pequeñas cantidades también resulta útil. Sin embargo, es importante identificar el tipo específico de plaga, ya que hay diferentes variedades, como pulgones, moscas blancas y larvas, y cada una puede requerir un tratamiento diferente.
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3. Dispositivos de riego
Existen diferentes dispositivos de autoriego, como macetas autorriego, gel de agua y bombillas de riego. Si prefieres no comprar un dispositivo, puedes crear uno tú mismo utilizando el método del cordón: entierra un extremo de una cuerda en la tierra y coloca el otro extremo en un recipiente con agua. Así, la cuerda absorberá la humedad y la llevará a las raíces de la planta.
4. Espacio húmedo
Si tu hogar se calienta demasiado y no puedes ventilar, ¡no te preocupes por tus plantas! Reúnelas en un lugar fresco y húmedo. El baño suele ser ideal, siempre y cuando tenga luz natural. Llena la bañera o algunos recipientes con agua y coloca las macetas sobre ellos. Asegúrate de que las macetas no estén sumergidas, pero que la base toque el agua. Esto creará un ambiente húmedo que tus plantas agradecerán.
5. Utiliza musgo sphagnum
Para enriquecer tus plantas con vitaminas y minerales, y proporcionarles los beneficios de un fertilizante vivo que actúa como fungicida, añade musgo sphagnum. Este tipo de musgo tiene múltiples usos, y en este caso, te recomendamos hidratarlo primero y luego colocarlo alrededor de una estructura vertical, como un palo. Esto resultará especialmente beneficioso para las plantas que requieren un mayor cuidado.