El otoño ya está completamente instalado y el invierno se asoma, trayendo consigo temperaturas más bajas, madrugadas frías y, en muchas regiones del país, los hermosos y temidos bancos de niebla. Si alguna vez manejaste entre una nube blanca que aparece de la nada y no te deja ver más allá del cofre del auto, sabes lo complicado que puede ser. Pero antes de entrar en pánico, vamos a contarte qué son y por qué aparecen tan de repente.
Un banco de niebla es una masa compacta de vapor de agua condensado que se forma cuando el aire húmedo se enfría bruscamente. A diferencia de la niebla extendida, esta tiene límites definidos: puedes pasar de ver con claridad a no distinguir ni las luces traseras del coche de adelante en cuestión de segundos. Por eso, conducir en estas condiciones requiere atención extra y algunos trucos básicos para evitar accidentes.
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Estos bancos suelen aparecer en zonas con humedad alta, como valles, carreteras cercanas a ríos o presas, y caminos montañosos. También son comunes durante las primeras horas del día o después de una lluvia intensa. Su densidad cambia rápido, así que podrías conducir entre franjas de niebla intermitente. Lo importante es estar preparado y saber cómo reaccionar en cada tramo.
Cuando hay niebla, la visibilidad puede reducirse a menos de un kilómetro, e incluso a pocos metros si es muy densa. Eso significa que cualquier error o distracción puede costar caro. Por eso, lo primero que deberías hacer antes de salir es revisar que tus luces y limpiaparabrisas estén funcionando correctamente. No hay nada peor que quedarte sin visibilidad justo cuando el camino se vuelve un misterio blanco.
Conducir con niebla en carretera: precauciones para viajar seguro por México
Otra buena idea es consultar el pronóstico del clima. Si hay aviso de niebla densa, posponer el viaje un rato puede evitarte un buen susto. Y si decides seguir adelante, asegúrate de tener los vidrios limpios y desempañados. Un parabrisas sucio o empañado puede reducir aún más la visibilidad y hacer que no veas una curva o un vehículo detenido.
Durante el trayecto, el secreto está en la calma. No aceleres, no confíes en la velocidad de los demás y usa solo las luces bajas. Las luces altas rebotan en la niebla y hacen que veas menos. Si tu auto tiene faros antiniebla, este es el momento de encenderlos. También te conviene dejar más espacio del habitual con el coche de adelante, porque la niebla oculta frenadas o maniobras repentinas.
Si el banco de niebla es muy espeso y no ves ni las líneas del pavimento, no te detengas en medio de la carretera. Lo mejor es buscar una salida, una gasolinera o un acotamiento amplio y seguro. Enciende las luces intermitentes y espera a que las condiciones mejoren. Además, abrir un poco las ventanillas puede ayudarte a escuchar los sonidos del tráfico y orientarte mejor.
Las zonas más afectadas en México por este fenómeno suelen ser la carretera México-Toluca, la Puebla-Veracruz —especialmente en Las Cumbres de Maltrata— y la México-Tuxpan. En todas ellas, la niebla aparece sin previo aviso, sobre todo al amanecer. Si manejas con precaución y aplicas algunas medidas básicas, no tendrás problema en llegar a tu destino sin sobresaltos.
10 consejos para conducir con niebla
- Revisa las luces antes de salir.
- Limpia bien los vidrios del coche.
- Consulta el pronóstico del clima.
- Reduce la velocidad.
- Usa las luces bajas o antiniebla.
- Aumenta la distancia con otros vehículos.
- No frenes de golpe.
- Sigue las líneas del carril derecho.
- Evita detenerte en la carretera.
- Abre un poco las ventanillas para escuchar el entorno.