La forma en que distintos territorios fueron recibiendo nombre siempre da para historias curiosas: algunos surgen de descripciones, otros de combinaciones insólitas y otros simplemente suenan tan llamativos que se quedan grabados. Entre esos casos particulares aparece una ciudad veracruzana cuyo nombre guarda un giro inesperado.
Y no, no es por compartir como nombre oficial “Córdoba” con España, Argentina u otros rincones del mundo, ni por su origen romano ligado a Corduba. Lo verdaderamente intrigante es que, esta ciudad mexicana tiene un apodo histórico demasiado único: la Ciudad de los 30 Caballeros.
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Todo empezó cuando un grupo de 30 jefes de familia decidió fundar esta villa en la época colonial. La intención era crear un asentamiento fuerte que ayudara a controlar los conflictos con los cimarrones que se habían liberado de la esclavitud. Su plan era evitar ataques en el camino real entre Veracruz y Orizaba, así que este punto se volvió estratégico. Y lo más curioso es que ese número de fundadores fue lo que marcó para siempre la identidad del lugar.
Córdoba, Veracruz: cuna de la Independencia y destino con historia viva
¿Te gustaría visitar esta ciudad? Está a menos de dos horas del puerto de Veracruz. Cuando caminas por sus calles, vas notando detalles históricos que hablan de ese pasado tan único. Hay edificios coloniales, museos, cafés y una atmósfera de calma. Entre los primeros lugares que te llamarán la atención están el Portal de Zevallos, la Catedral y varios espacios culturales que te ayudan a entender por qué este destino tiene tanto que contar.
Su ubicación también fue muy importante para su crecimiento. Está rodeada por montañas, con un clima que favoreció el cultivo de caña de azúcar y café desde hace siglos. Por eso, muchas de las construcciones antiguas están relacionadas con estas actividades. La Ex Hacienda de Toxpan es uno de esos sitios que te transportan a otra época, perfecto para visitar y volver con buenas fotos.
En la parte histórica, Córdoba tiene momentos que la ponen en el mapa nacional. Allí se peleó la última batalla por la Independencia en 1821 y también allí se firmaron los Tratados de Córdoba, que dieron forma al México libre. Ese hecho le valió ser llamada Cuna de la Libertad. Imagina caminar por los mismos pasillos donde se cerró uno de los capítulos más importantes del país.
La ciudad también fue capital del estado por unos años y conserva varios edificios que lo recuerdan. El Palacio Municipal, por ejemplo, tiene arcos, detalles neoclásicos y un mural que resume momentos cruciales de la región. El Portal Zevallos es otro punto famoso, no solo por su arquitectura, sino porque ahí mismo se firmaron los tratados que cambiaron la historia nacional. Hoy puedes sentarte a tomar algo mientras piensas en todo lo que pasó entre esas paredes.
Sitios que visitar en Córdoba, Veracruz
Si te gusta visitar iglesias, hay varias que llaman la atención por sus estilos tan distintos. La Catedral de la Inmaculada Concepción tiene elementos barrocos y neoclásicos, con una cúpula que se distingue desde varios puntos de la ciudad. También está el Ex-Convento de San Antonio, considerado único por su diseño, y la parroquia de San Miguel Arcángel, que sorprende con su estilo neogótico. Cada una aporta un contraste interesante cuando recorres la zona.
Los espacios culturales tampoco faltan. Hay museos, galerías, auditorios y un teatro del siglo XIX que conserva mucho de su esencia original. El Museo del Café es uno de los favoritos para quienes quieren entender de dónde sale esa taza que tanto disfrutamos.
Por último, si buscas recorrer la ciudad, el Parque 21 de Mayo, la alameda y el Paso Coyol tienen áreas verdes para descansar un rato. El Barrio de San Sebastián, considerado el más antiguo, es perfecto para caminar y asomarte a la vida cotidiana del lugar. Entre calles tranquilas, edificios antiguos y muchos relatos, Córdoba te permite pasar un día distinto, ligero y lleno de guiños a la historia.