A solo 40 minutos de la capital de San Luis Potosí, se encuentra un lugar maravilloso para escapar del ruido y las multitudes: el Balneario La Noria, en Santa María del Río. Esta zona es conocida por su historia, tradición textil y paisajes. Perfecto para un fin de semana de descanso, allí puedes desconectarte del día a día y entrar en la naturaleza.
Desde la capital del estado, basta tomar la carretera México 57 Sur y recorrer avenidas como Nicolás Zapata y Universidad. Tras menos de una hora, llegarás a Ojo Caliente, una comunidad rodeada de vegetación y aire fresco, lista para recibirte con sus albercas y zonas verdes.
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El balneario cuenta con varias albercas que se adaptan a todos los gustos y edades. Hay dos áreas poco profundas pensadas para los niños y una principal con hasta dos metros de profundidad para quienes desean nadar. También encontrarás toboganes que aseguran horas de diversión y risas bajo el sol.
También hay canchas deportivas, asadores y espacios recreativos donde puedes pasar el día completo. Puedes llevar tu propia comida o elegir entre los puntos de venta del lugar, que tienen desde botanas hasta platillos más elaborados, con bebidas para todos los gustos.
Hospedaje y precios del balneario de aguas termales en Santa María del Río
Si quieres quedarte a dormir, las cabañas rústicas del balneario son amplias y cómodas. Algunas tienen terraza para ver el atardecer, cocinas equipadas, baños privados y capacidad para grupos de hasta 13 personas. Son opciones perfectas para familias, amigos o parejas que buscan pasar la noche sin alejarse de la diversión.
El agua de las albercas proviene de manantial, por lo que es especialmente refrescante en días calurosos. Durante la temporada fría, te conviene llevar un suéter para después de nadar y aprovechar el ambiente de paz y relajación que hay en el balneario sin pasar frío.
El costo de entrada es accesible: 140 pesos por adulto y 70 por niño. Abre de martes a domingo, de 9 de la mañana a 5:30 de la tarde. Llegar temprano te ayudará a aprovechar más tiempo en el agua y recorrer otras áreas del municipio, como plazas, ex haciendas y su famoso manantial.
Además de la diversión acuática, Ojo Caliente tiene experiencias culturales y gastronómicas. No te puedes ir sin comer los sopes gigantes, un clásico local que sorprende por su tamaño y sabor, ni el museo dedicado a Joaquín Arias, escultor que dejó su huella en San Luis Potosí y otras ciudades del país.