Viajar al centro del Eje Cafetero en Colombia con poco presupuesto es tan deseable como viable, sobre todo si te animas a recorrer pueblitos donde la calma es la moneda corriente y el café huele mejor que en tantos otros destinos del mundo. Muchos de los lugares más atractivos de la región están conectados entre sí por autobuses económicos, así que puedes visitar varios en un mismo viaje.
Un buen punto de inicio es Salento, un pueblito famoso por sus colores intensos y sus calles de cuento. Ahí puedes caminar por su Calle Real, subir a sus miradores y sentarte a ver cómo se mueve la vida. No necesitas grandes presupuestos para disfrutarlo; con solo andar un poco encuentras cafeterías hermosas, comida casera y lugares con vistas que te dejan con ganas de quedarte más tiempo.
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Muy cerca tienes el Valle del Cocora, ese paisaje de palmas gigantes que casi tocan el cielo. Llegar es muy fácil, solo tomas los jeeps que salen desde Salento. Cuestan poco y te dejan justo en la entrada. Ahí puedes decidir entre caminar solo una hora o aventarte la ruta larga, que tiene bosque, río y puentes.
Filandia y la ruta que no te puedes perder en Colombia
Filandia es otra joya que te conviene añadir a tu ruta, sobre todo si buscas un ambiente sin tanta agitación turística. En este hermoso pueblito puedes tomarte un rato para visitar su plaza, recorrer cafés pequeños o comer en restaurantes donde la sazón es inigualable. Muchos viajeros sienten que este pueblito les roba el corazón por su calidez cotidiana, y dudamos que seas la excepción.
Si te interesa aprender sobre el café desde cero, el Eje Cafetero es el escenario perfecto. Cerca de estos pueblitos se encuentran fincas que te permiten conocer todo el proceso, desde la siembra hasta la taza final. Estos recorridos suelen ser económicos y bastante entretenidos, en especial si eres fan del café o solo quieres probar algo distinto. Además, en algunos lugares puedes caminar entre cafetales, escuchar historias de productores y cerrar el día con una bebida recién preparada.
Pereira puede colarse en tu itinerario como una pausa urbana donde todo está a un bus de distancia. Aunque no es un destino “de postal”, tiene su belleza cotidiana y resulta perfecto para descansar, comer bien o salir a caminar por el centro. Con suerte te encuentras algún festival de música, actividades callejeras o eventos culturales que animan la ciudad.
Moverte entre estos pueblitos es bastante sencillo y barato. La mayoría de las rutas en autobús son cortas y económicas, lo cual te permite improvisar, cambiar de plan o quedarte más tiempo donde te sientas a gusto. Es un viaje excelente si te gusta descubrir lugares hablando con la gente, caminando o comiendo en sitios pequeños pero únicos.
Hospedaje en el eje cafetero
Si te preocupa el hospedaje, relájate, porque en esta parte de Colombia abundan hostales económicos, casitas familiares y pequeños hoteles. Muchos viajeros prefieren quedarse en lugares sencillos, rodeados de naturaleza y con vistas que se sienten como un respiro. Reservar con anticipación ayuda a encontrar precios aún más accesibles, sobre todo en temporada baja. Además, varios alojamientos están lo suficientemente cerca de las zonas turísticas como para moverte caminando.
Por si la belleza y las opciones de hospedaje, visitas a fincas, amabilidad de la gente, no fueran suficientes, ahí la comida suele ser económica y muy sabrosa. Platos como la trucha, la bandeja paisa o las arepas se encuentran a precios amigables, así que puedes darte tus gustos sin remordimiento.
En los mercados locales siempre encuentras opciones para almorzar bien, y si te gustan los antojos dulces, las panaderías de los pueblos son todo un descubrimiento. Viajar por el Eje Cafetero con poco presupuesto es posible, práctico y, sobre todo, muy divertido. Te recomendamos hacer la ruta sumando Filandia, Salento, Pereira y el Valle de Cocora.