Imagina estar en una lancha, en un mar en calma, cuando de pronto una sombra inmensa se mueve bajo el agua y, en cuestión de segundos, una ballena gris asoma su cabeza justo frente a ti. No es una escena de película, es algo que podrías vivir en Baja California Sur entre diciembre y mayo. En esos meses, tres lugares del estado —Laguna Ojo de Liebre, Laguna de San Ignacio y Bahía Magdalena— se transforman en escenarios naturales para ver de cerca a estos gigantes del océano.
Si tú también te emocionas con la idea de ver ballenas, Baja California Sur puede ser el mejor plan para cerrar el año o empezar uno nuevo. La ballena gris llega a México después de recorrer miles de kilómetros desde Alaska, buscando un lugar más cálido para reproducirse y cuidar a sus crías. Esta temporada 2024-2025, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas confirmó 80 nacimientos solo en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno: 74 en la Laguna Ojo de Liebre y 6 en San Ignacio.
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El viaje migratorio que realizan las ballenas no es cualquier paseo: son unos 12,000 kilómetros de ida, donde la ballena gris sortea depredadores, corrientes y temperaturas extremas. Todo con tal de llegar a las mismas aguas donde nació. Cada año repite el trayecto, como si supiera exactamente dónde debe estar. Su instinto, resistencia y memoria la transforman en una viajera difícil de igualar.
Las costas de Baja California Sur son el lugar ideal para convivir con ellas. No exageramos: se acercan tanto a las embarcaciones que podrías verlas a los ojos. A veces saltan, otras solo nadan junto a ti, como si también tuvieran curiosidad. Esa cercanía genera una conexión única, que se queda contigo mucho después de volver a tierra firme.
¿Cuáles son los mejores sitios para ver a la ballena gris?
Ojo de Liebre y San Ignacio forman parte del Santuario de Ballenas de El Vizcaíno, dentro de una de las reservas naturales más extensas del planeta, reconocida por la UNESCO. Bahía Magdalena también forma parte de esta ruta migratoria, y sus paisajes llenos de manglares y aves no pasan desapercibidos. Puedes iniciar tu recorrido desde varios puntos como Los Cabos, La Paz, Loreto o Guerrero Negro; todos te llevan a un encuentro con el mar en su versión más impactante.
Muy cerca de Bahía Magdalena está Isla Magdalena, un rincón poco conocido donde el desierto y el mar se cruzan en una misma vista. El viaje en lancha desde Puerto San Carlos dura unos 40 minutos, y al llegar te reciben dunas, manglares y aguas tranquilas.
Ahí también es temporada de ballenas, pero además podrías ver delfines, tortugas y hasta orcas. La isla se recorre en moto o bicicleta, hay mariscos frescos y buena conversación con quienes viven ahí. Solo recuerda: estás en una reserva protegida, así que el respeto por el entorno va primero… bueno esto deberíamos aplicarlo siempre.
¿La ballena gris en peligro?
El enfoque en el cuidado del medio ambiente en las zonas por donde migra la ballena gris no es casualidad, sino una respuesta a una situación preocupante. En lo que va de 2025, han muerto 84 ejemplares en aguas mexicanas, superando registros recientes y generando alarma por la baja cantidad de nacimientos.
Expertos atribuyen esta crisis a los efectos del cambio climático y al fenómeno de La Niña, que han alterado sus rutas y zonas de alimentación, obligándolas a recorrer mayores distancias en condiciones de desnutrición. La temporada actual ya figura entre las más críticas registradas.