Cada año, el tercer viernes de mayo se celebra el Día de Ir en Bicicleta al Trabajo, y en 2025 caerá el viernes 16. Si te animas a sumarte, esta puede ser una buena excusa para sacar la bici. En esta ocasión, te dejamos algunos consejos para moverte en dos ruedas por la Ciudad de México, sin perder la calma en el intento. No necesitas ser ciclista profesional ni tener equipo de lujo, solo ganas de rodar.
Esta fecha nació en 1956, impulsada por la Liga de Ciclistas Estadounidenses, con la idea de promover la bicicleta como medio de transporte cotidiano. Ir al trabajo pedaleando ayuda a mejorar la salud cardiovascular, contribuye al bienestar físico y, además, no contamina. No necesita gasolina, es silenciosa, gratuita y te permite ver la ciudad desde otra perspectiva.
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Eso sí, moverse en bici por una ciudad gigantesca como esta no es lo mismo que hacerlo en un pueblo con calles tranquilas. Aquí, el caos puede seguirte aunque vayas pedaleando. Pero no te desanimes: con unos cuantos ajustes y precauciones, el trayecto puede ser más llevadero. Quizá hasta termines queriendo repetir la experiencia más seguido. ¿Te animas?
5 consejos para rodar en bici por la CDMX
Estos consejos te harán más fácil moverte en bici al trabajo y en general por la CDMX. Aunque están basados en el reglamento de la ciudad, también pueden servirte en otros lugares.
1. Analiza tu ruta antes de salir
Antes de salir a rodar, analiza cuál es la ruta más segura para llegar a tu trabajo y ten siempre una alternativa en mente. Considera avenidas con infraestructura ciclista, como ciclovías o carriles compartidos con transporte público. A veces una calle secundaria, aunque más larga, es mucho más tranquila. Con dos rutas claras, evitas el estrés y reaccionas mejor si algo no sale como esperabas.
2. Sal con tiempo
Sal con anticipación. En serio, no subestimes el tiempo. Cuando vas con el reloj encima, es más fácil que te saltes reglas, te metas por donde no debes o te pongas en riesgo. Si saliste con tiempo de sobra, puedes mantener un ritmo tranquilo y disfrutar el paseo sin sentir que estás en una carrera contrarreloj.
3. Conoce los tipos de vías y cómo funcionan
En la CDMX hay varios tipos de vías: primarias, secundarias, de acceso controlado, ciclovías, ciclocarriles y carriles compartidos. No todos los carriles son iguales ni tienen las mismas reglas. Por ejemplo, el carril compartido con transporte público solo es para bicis y camiones. También existen ciclovías exclusivas y espacios donde no deberías meterte jamás, como los carriles exclusivos para transporte o las banquetas. Saber dónde sí y dónde no te evita problemas.
4. Conoce tus derechos y obligaciones
Aunque la guía de tránsito permite que ciclistas pasen algunos altos en vías secundarias bajo condiciones muy específicas, lo más sensato es no hacerlo. Señala con las manos cuando vayas a dar vuelta o cambiar de carril, rebase siempre por la izquierda y mantén la distancia con los vehículos. Respeta el sentido de la vía, y dale prioridad a vehículos de emergencia. Circular con cuidado no es solo por ti, también por quienes te rodean.
5. Hazte ver
Tu seguridad no es negociable. Usa casco, y que sea de buena calidad. Si vas a rodar cuando hay poca luz, lleva luces fluorescentes, chaleco reflejante o algo que grite “aquí voy yo” desde lejos. Nada de audífonos ni celulares mientras pedaleas, y no subas a más personas a la bici, salvo menores de cinco años con casco y asiento adecuado. Entre más visibles y atentos vayan, más tranquilos llegarán.