¿Alguna vez te lanzaste a un río con casco, remo y pura emoción? Si ya viviste el rafting, sabes que no se olvida. Y si no, prepárate, porque esta aventura te puede volar la cabeza. No hay nada como sentir cómo la balsa rebota en los rápidos mientras tú intentas remar sin gritar. Es una mezcla entre adrenalina y conexión con la naturaleza que simplemente hay que probar.
El rafting, también conocido como descenso de ríos o balsismo, es básicamente surfear un río en grupo. Te subes a una balsa, kayak o canoa, y te dejas llevar por la corriente mientras intentas no caer al agua ni chocar con las piedras. Aunque suena salvaje, es una actividad segura si se hace bien, y hay niveles para todos, desde los que van por primera vez hasta quienes son parte del equipo olímpico.
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Los ríos se clasifican por niveles de dificultad, del I al VI. Los más comunes para pasarla bien sin ser expertos son los de clase III y IV. Hay tramos más suaves, excelentes para principiantes, y otros más intensos que sacan tu lado guerrero. Es importante saber cómo se mueve el agua, qué significan los remolinos o esos huecos donde parece que el río traga, y por eso siempre se va con guías.
Destinos en México para practicar rafting este verano
Antes de contarte sobre los mejores destinos mexicanos para hacer rafting, hace falta una última aclaración. El equipo es básico: casco, chaleco, remo, buen calzado y muchas ganas. Los guías te enseñan a remar y a usar señales visuales para no perder el ritmo ni el rumbo. Lo mejor es que hay opciones accesibles: puedes encontrar tours desde 600 pesos por persona, y eso incluye equipo, transporte y muchas anécdotas para presumir.
Río Pescados en Veracruz
¿Quieres lanzarte este verano? Uno de los lugares más divertidos es el río Pescados en Jalcomulco, Veracruz. Allí hay tramos suaves, perfectos para familias y niños desde los seis años. Todo se hace con equipo y guía, así que puedes relajarte y disfrutar. Además, en Jalcomulco también puedes lanzarte en tirolesa, subir una montaña, pedalear por la selva o hasta meterte a un temazcal si quieres cerrar el día con vapor y relajación.
Río Amacuzac en Morelos
En Morelos, el río Amacuzac es maravilloso para los que buscan emoción cerca de la ciudad. A solo hora y media de la CDMX, puedes remar más de 12 kilómetros entre rápidos con nombres como “Ta Cañón” o “El Quita Crudas” (sí, así se llaman). Allí los rápidos van de clase II a IV y el paisaje es brutal: selva, cañones y pura adrenalina. Además, puedes quedarte a dormir, comer rico o nadar en una alberca después del recorrido.
Río Tampaón en San Luis Potosí
Y si quieres una experiencia más intensa, lánzate al río Tampaón en la Huasteca Potosina. El lugar es una locura: aguas turquesa, cañones de piedra blanca y rápidos clase III que te hacen sentir como si estuvieras en una película de aventuras. La cereza del pastel es la cascada de Tamul, imponente y hermosa. Es apto para mayores de 10 años y, además del rafting, hay muchas otras actividades ecoturísticas.