Actualmente, en la mayoría de los aeropuertos del mundo sigue vigente la regla que limita el transporte de líquidos en el equipaje de mano a envases individuales de máximo 100 mililitros, empaquetados en una bolsa transparente y resellable de un litro por pasajero. Esta medida busca prevenir riesgos de seguridad en los vuelos comerciales.
Sin embargo, en algunos aeropuertos de Europa y Asia ya comenzaron a implementarse escáneres de tecnología avanzada (como los de tomografía computarizada) que permiten revisar el contenido del equipaje con mayor precisión, lo que ha llevado a flexibilizar esta restricción en ciertos casos.
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¿Por qué está limitado el transporte de líquidos en el equipaje de mano a 100 ml?
La regla de los 100 ml nació en 2006, después de que se frustrara un intento de ataque terrorista con explosivos líquidos. Desde entonces, todos los pasajeros deben empacar líquidos, cremas o geles en envases pequeños y colocarlos en una bolsita transparente de un litro. Es una medida de seguridad global respaldada por organismos como la OACI y la TSA. Y aunque parezca exagerada, su propósito es evitar que se pueda ocultar material peligroso en líquidos aparentemente inofensivos.
Ahora bien, algunos aeropuertos están dando un paso adelante. Heathrow (en ciertas terminales), Schiphol en Ámsterdam y Shannon en Irlanda han empezado a usar escáneres CT. Gracias a ellos, ya no sería necesario limitar tanto el volumen de líquidos. Eso significa menos colas, menos estrés y menos botellas miniatura en tus viajes. Pero, por ahora, son la excepción.
Y hablando de excepciones, es importante saber que no hay una lista oficial de aeropuertos que ya permitan líquidos sin restricción. La recomendación es: si vas a volar, revisa en la página del aeropuerto desde donde partes y al que llegas. Algunos solo aplican esta medida en vuelos nacionales o en terminales específicas, así que no des por hecho que podrás pasar con tu botella de 250 ml de perfume.
Por si te lo preguntabas, sí, una lata de pozole cuenta como líquido en el aeropuerto. También lo hacen las mermeladas, los geles para el cabello y hasta el desodorante en crema. Y aunque parezca exagerado, todo lo que no sea completamente sólido entra en esta categoría.
En cuanto a la cantidad de frascos, el límite no está tanto en el número como en el volumen total: todos deben caber en una bolsa de un litro. La TSA en EE. UU. recomienda que esta bolsa sea resellable, transparente y no mida más de 19 x 20 cm. Si lo puedes cerrar sin esfuerzo y nada sobresale, vas por buen camino. Recuerda que este es un tema más de inspección rápida que de estilo de empaque.
Por ahora, mientras los escáneres de nueva generación se implementan en más aeropuertos, lo más práctico es seguir las reglas actuales: empaca con cuidado, prepárate con tiempo y mantente al tanto de las normas vigentes. En cuanto al equipaje documentado, no hay un límite general de botellas, pero sí deben cumplirse las restricciones sobre contenido, volumen (especialmente si contienen alcohol) y el peso máximo permitido por cada aerolínea.