En marzo de 2025, Querétaro recibió un reconocimiento que hace historia: la región de El Bajío obtuvo la Indicación Geográfica Protegida (IGP) por la producción de vino. Este distintivo, otorgado por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, garantiza que el vino queretano respeta técnicas tradicionales y mantiene un vínculo con su territorio. No es solo un sello, es un respaldo a siglos de herencia, desde que llegaron las primeras cepas hasta las tierras de San Juan del Río y Tequisquiapan.
La entrega oficial del reconocimiento se realizó hace apenas unas semanas, y con ella se confirma lo que muchos viajeros curiosos ya sabían: Querétaro tiene una historia vinícola realmente interesante. De los 18 municipios del estado, ocho producen vino. Tequisquiapan lidera con 18 viñedos, seguido por El Marqués, Ezequiel Montes, San Juan del Río y Colón. En total, hay más de 550 hectáreas dedicadas al cultivo de uvas.
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Querétaro y su ruta del vino
Si te gusta conocer sitios con aroma a barrica y sabor a terroir mexicano, una visita a este estado siempre es una buena idea. Según las autoridades locales, más de un millón y medio de personas visitan Querétaro cada año atraídas por el turismo enológico. No es casualidad que la zona también sea líder nacional en la producción de vino espumoso. El clima, el suelo y la visión de sus productores han logrado algo único.
Pero al recorrer Querétaro te enamorarás de mucho más que sus vinos, podrás conocer misiones franciscanas, Pueblos Mágicos llenos de color, rutas naturales y fragmentos de la historia de México que siguen latiendo entre calles coloniales. Desde la capital hasta la Sierra Gorda, cada rincón guarda un relato esperando a ser contado.
Si hay un sitio que lo reúne todo, es Tequisquiapan. Este Pueblo Mágico está lleno de sorpresas: desde caminatas relajadas hasta paseos en globo al amanecer. A solo unas horas de la Ciudad de México, su ambiente cálido y su cultura vinícola lo hacen único. Además, su feria del queso y el vino es un clásico que reúne a productores y visitantes en un mismo brindis.
Y si el plan es desconectar, nada como las aguas termales cercanas. El Géiser, las Termas del Rey o los manantiales de Taxidhó son opciones donde el cuerpo se relaja y la mente respira. Cabañas, comida típica, silencio y naturaleza te esperan en lugares como Tzibanzá, una isla en la presa Zimapán donde dormir escuchando a los pajaritos.
Desde la CDMX, llegar a Querétaro es fácil. En coche, el viaje a Santiago de Querétaro cuesta alrededor de 780 pesos entre gasolina y casetas. También hay autobuses cómodos desde 450 pesos. Ya sea que elijas carretera o asiento reclinable, lo importante es que tu siguiente viaje tenga sabor a buen vino, buen queso y buena vida.