Hay algo casi mágico en encontrar una isla en el centro de México, lejos del mar, rodeada no por olas saladas, sino por las aguas tranquilas de una presa. En Querétaro, dentro del Pueblo Mágico de Cadereyta de Montes, se esconde Tzibanzá: un pequeño paraíso insular abrazado por la presa Zimapán, entre montañas áridas. Una isla en medio del semidesierto que puedes visitar, dormir allí y hasta remar por sus alrededores.
Tzibanzá es una comunidad viva en la que habitan unas 300 personas, y gracias a su esfuerzo colectivo, este rincón se ha transformado en un refugio natural que recibe a quienes buscan aventura y belleza natural. Desde senderismo hasta kayak, la variedad de actividades es sorprendente. Sus cabañas tipo safari, ubicadas a pocos metros del agua, son un imperdible de cualquier viaje por los Pueblos Mágicos de Querétaro.
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¿Qué hacer en Isla Tzibanzá?
Además llegar, contrario a lo que podría pensarse, es muy sencillo. Desde la Ciudad de México, el trayecto en auto dura poco menos de cuatro horas. El camino te lleva por paisajes cambiantes, y al llegar al embarcadero de la presa, una lancha te traslada en apenas diez minutos a la isla. Ese breve viaje en el agua marca el inicio de una experiencia distinta, como si cruzaras un umbral hacia otro mundo.
En la isla, de día puedes explorar en kayak, nadar en las pozas naturales o descansar. De noche, observar el cielo estrellado es un plan en sí mismo y el silencio es tan profundo que casi puedes escucharte pensar. Todo el entorno está pensado para disfrutarlo: puedes recorrerlo a pie, descansar en tu cabaña o simplemente sentarte junto a la alberca con un buen libro.
Las instalaciones permiten el acceso a animales de compañía, así que nadie se queda fuera del viaje. Además, el acceso a manantiales cercanos como El Aguacate o Xidhí amplía aún más el menú de aventuras, con aguas termales en entornos montañosos. ¿Qué más se puede pedir? Hay más: Desde Tzibanzá puedes lanzarte a explorar el circuito de manantiales, visitar cañones como El Brujas, o incluso llegar hasta la zona arqueológica de Pahñú, con vestigios prehispánicos.
El hospedaje, aunque limitado, es acogedor. Las cabañas están equipadas con baño privado, camas cómodas y algunas incluso tienen calefacción. Puedes optar por actividades organizadas como paseos en lancha, excursiones a las compuertas de la presa o sesiones de fogata bajo las estrellas. Los costos varían, pero un fin de semana completo en pareja puede rondar entre los 2,200 y los 4,000 pesos, dependiendo de la temporada.
Aunque Tzibanzá no es la única isla en México que no está rodeada por el mar, sí es la única en el estado de Querétaro, una entidad sin litoral. Hay otras islas ubicadas en cuerpos de agua interiores como la Isla de Janitzio en el Lago de Pátzcuaro (Michoacán), la Isla de Mezcala en el Lago de Chapala (Jalisco), la Isla de los Alacranes también en Chapala, y pequeños islotes en la presa de Valle de Bravo (Estado de México) o en la presa La Boca (Nuevo León). Sin embargo, Tzibanzá es conocida por estar habitada, tener infraestructura turística y encontrarse en medio del semidesierto queretano.
10 cosas que hacer en Tzibanzá
- Nadar en pozas naturales
- Senderismo
- Ciclismo de montaña
- Fogatas bajo las estrellas
- Viaje alrededor de la isla en lancha
- Visita a manantiales termales
- Hospedarte en cabañas tipo safari
- Disfrutar de la alberca
- Ver las estrellas
- Pasear en kayak