Cuando se habla de sistemas de transporte masivo, Shanghái se lleva la corona. Su red de metro no solo es la más larga del mundo, también es una muestra de hasta dónde puede llegar la infraestructura urbana moderna. Con más de 800 kilómetros de extensión y más de 500 estaciones, esta ciudad china ha tejido un sistema que conecta prácticamente todos sus rincones. Si visitas Shanghái, lo más probable es que el metro sea tu mejor cómplice.
Este gigantesco sistema comenzó a operar en 1993 con apenas unas cuantas estaciones. Su crecimiento fue exponencial, y hoy moverte por Shanghái es, en muchos sentidos, igual a moverse sobre rieles, gracias a sus nada menos que 18 líneas. ¿Te gustaría viajar en él?
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Si algo sorprende a quienes lo usan por primera vez es la frecuencia de los trenes. En hora pico, hay servicios cada dos minutos. Eso, sumado a estaciones impecables, wifi gratuito y señalización clara, hace que la experiencia sea eficiente y cómoda. Y aunque los vagones pueden ir llenos, especialmente en las mañanas, todo está organizado para que el flujo nunca se detenga.
¿Cómo es moverse en el metro de Shanghái?
Recorrer sus líneas puede parecer una misión complicada al principio, pero con mapas accesibles, pantallas interactivas y hasta una app que te avisa de cualquier incidencia, es muy sencillo adaptarse. Además, el personal en las estaciones suele estar dispuesto a ayudar, incluso si no hablas chino. Si planeas moverte mucho por la ciudad, conviene adquirir una tarjeta de transporte recargable.
El metro no solo conecta destinos: también te lleva directo a algunas de las postales más emblemáticas de Shanghái. Desde el Bund hasta la Torre de la Perla Oriental, muchas atracciones están a pasos de una estación. Puedes salir de una galería subterránea y encontrarte de frente con un paisaje urbano que parece sacado de una película cyberpunk.
Claro que Shanghái no es la única ciudad en China con un sistema impresionante. Beijing, por ejemplo, tiene el metro más extenso del país y del mundo si se mide por longitud de rutas: más de 830 kilómetros. Comenzó a funcionar en 1969 y sigue ampliándose para atender a sus más de 20 millones de habitantes. Su operación es tan eficiente que puede mover hasta 13 millones de personas en un solo día.
Otra ciudad que no se queda atrás es la Ciudad de México. Aunque su sistema es más antiguo y no tan extenso como los de China, es uno de los más utilizados del planeta. Tiene 12 líneas activas, más de 190 estaciones y mueve alrededor de 3 millones de pasajeros diarios. Además, su diseño visual, con íconos únicos por estación, permite que cualquier persona lo use sin necesidad de leer o entender español.
A pesar de sus diferencias, estos sistemas tienen algo en común: son parte esencial de la vida urbana. Ya sea en Shanghái, Beijing o la Ciudad de México, el metro refleja cómo viven, se mueven y se organizan millones de personas. Si alguna vez te preguntas cuál es el metro más grande del mundo, recuerda que no solo se trata de kilómetros, sino de cómo transforma el día a día de quienes lo usan.