En ocasiones, las imágenes que encontramos en las redes sociales parecen sacadas de un sueño. Una playa interminable, con aguas tan transparentes que permiten distinguir cada pez y cada grano de arena, rodeada por montañas y manglares que invitan a desconectarse por completo. Esa imagen idílica no está en algún lugar lejano, sino en Baja California Sur, y su nombre se menciona una y otra vez entre viajeros y expertos, Playa Balandra.
Situada a solo 45 minutos de La Paz, esta joya del Mar de Cortés ha sido catalogada como una de las más bellas no solo de México, sino del mundo. La inteligencia artificial la resalta no solo por su impresionante paisaje, sino también por su fácil acceso y precios accesibles. Lo que ofrece este rincón es un paraíso natural cuidadosamente preservado, donde el turismo se maneja de manera que nada perturbe su encanto.
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Lo que hace única a Balandra no solo es su paisaje, sino la experiencia que proporciona, una gigantesca piscina natural, con aguas tan serenas que parecen espejos, y una profundidad que rara vez supera la altura de la cintura en la mayor parte de la bahía. La arena es suave como el algodón y de un blanco brillante, y las formaciones rocosas, como el famoso “Hongo de Balandra”, se han convertido en iconos para las fotografías.
La clave para aprovecharla al máximo es llegar temprano. Debido a su estatus como Área Natural Protegida, el acceso está restringido a 450 visitantes por turno, lo que garantiza que conserve su esencia como santuario. Y aunque esta limitación podría parecer un inconveniente, en realidad es uno de los secretos que ayudan a mantener su pureza.
El paraíso al alcance de todos
Playa Balandra no es solo un destino hermoso, sino también sorprendentemente accesible para los visitantes. El costo de entrada es de $120 MXN por persona, con descuentos y exenciones para niños menores de 12 años, adultos mayores y personas con discapacidad. Comparado con otros lugares populares, aquí se puede disfrutar de un día completo sin gastar demasiado, rodeado de un entorno de primer nivel.
Además, la playa se caracteriza por la ausencia de vendedores ambulantes y el silencio de los motores acuáticos. Esto es gracias a las rigurosas normativas de protección ambiental: no se permiten plásticos de un solo uso, y se requiere que los turistas lleven su propia comida, agua y elementos para disfrutar de la playa. Esta política no solo contribuye a la conservación del lugar, sino que también brinda a los visitantes una experiencia más genuina y tranquila.
Actividades para todos los gustos
La bahía de Balandra está compuesta por siete playas interconectadas que se unen cuando el nivel del agua baja. En este lugar, los visitantes pueden disfrutar de caminatas en sus senderos, recorrer la costa en kayak, practicar paddle board o simplemente flotar tranquilamente en sus aguas cristalinas. El snorkel es una actividad muy popular, ya que la fauna marina es rica y fácil de observar.
Para aquellos que buscan disfrutar de vistas impresionantes, existen caminos que rodean la bahía y ofrecen panorámicas exclusivas del Mar de Cortés. Si lo que se desea es descansar, basta con colocar una toalla en la arena y dejarse llevar por el ritmo relajante de las olas.
Consejos para tu visita
Antes de empacar y salir rumbo a este paraíso, toma en cuenta estos consejos clave que harán tu visita más cómoda, segura y perfecta para disfrutar al máximo de Playa Balandra
- Horarios: de 8:00 a 12:00 y de 13:00 a 17:00 horas.
- Acceso limitado: 450 personas por turno; llegar temprano es imprescindible, especialmente en fines de semana.
- Primera regla: no tocar ni subirse al “Hongo de Balandra” para evitar dañarlo.
- Equipo recomendado: protector solar biodegradable, sombrero, agua suficiente y calzado para agua.
Lo que debes saber antes de ir a Playa Balandra
- ¿Cuánto cuesta entrar a Playa Balandra?
$120 MXN por persona; hay descuentos para ciertos grupos.
- ¿Dónde está ubicada?
A 45 minutos en auto de La Paz, Baja California Sur.
- ¿Qué actividades se pueden hacer?
Snorkel, kayak, paddle board, senderismo y fotografía de naturaleza.
- ¿Cuándo es mejor visitarla?
Entre octubre y marzo, para evitar calor extremo y multitudes.
- ¿Tiene servicios de comida?
No, es un área protegida; se debe llevar comida y bebida propia.