VIAJE INTERNACIONAL

Nueva Escocia, el destino de Canadá ideal para hacer kayak y visitar sus viñedos

Entre paisajes de película, faros históricos y vinos únicos, esta provincia canadiense se convierte en el lugar perfecto para combinar aventura y relax en 2025.

Viaje internacional.Nueva Escocia, el destino de CanadáCréditos: Pexels/ Andre Furtado
Escrito en DESTINOS el

La costa atlántica de Canadá guarda un tesoro poco conocido, pero que sorprende a todo viajero, Nueva Escocia. Rodeada casi por completo de agua y conectada al continente por un estrecho istmo, esta provincia combina lo mejor del mar y la tierra. Desde sus coloridos pueblos pesqueros hasta las colinas cubiertas de viñedos, es un destino que invita a descubrirlo con calma, paso a paso.

Elegir Nueva Escocia es optar por la naturaleza en su estado más auténtico. Aquí, el océano marca el ritmo de la vida cotidiana y los paisajes cambian con cada marea. Los acantilados que se elevan frente al Atlántico, los senderos que cruzan bosques boreales y las bahías donde se ocultan ballenas convierten cada rincón en una postal inolvidable.

Pero este rincón canadiense no es solo aventura. También es un espacio para disfrutar sin prisa de experiencias únicas. Sus bodegas en el Valle de Annapolis han logrado vinos frescos y elegantes gracias a un clima influenciado por el mar. A su vez, los kayaks deslizándose entre lagos y bahías muestran una forma distinta de explorar la región, más íntima y cercana.

La mezcla entre tradición e innovación hace que Nueva Escocia no solo sea un lugar para visitar, sino también para vivirlo con todos los sentidos. Los visitantes pueden pasar de recorrer pueblos coloniales declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO a brindar con un vino local, o de remar frente a una playa solitaria a probar una langosta recién salida del mar.

Kayak en aguas atlánticas

Con casi 8.000 kilómetros de costa y más de 5.000 lagos, esta provincia es un paraíso para quienes buscan remar. Desde la famosa Bahía de Fundy, conocida por tener las mareas más altas del mundo, hasta los tranquilos rincones de Cape Breton, el kayak permite descubrir paisajes inaccesibles por tierra. Observar focas, aves marinas y hasta ballenas desde tan cerca transforma la experiencia en algo inolvidable.

El Parque Nacional de las Tierras Altas del Cabo Bretón es otro punto clave para la aventura. Sus acantilados y cañones ofrecen escenarios únicos, y muchas rutas combinan caminatas con travesías en kayak. El famoso Skyline Trail, por ejemplo, brinda vistas espectaculares al atardecer, un cierre perfecto tras un día en el agua.

Viñedos con sabor a océano

El Valle de Annapolis es la cara más sofisticada de Nueva Escocia. Allí, los viñedos se nutren de suelos fértiles y de la brisa atlántica, lo que da origen a vinos con identidad propia. El más reconocido es el “Tidal Bay”, la primera denominación de origen de la provincia, que refleja el carácter fresco y aromático de la zona.

Bodegas como Domaine de Grand Pré, Luckett Vineyards o L’Acadie Vineyards ofrecen recorridos entre viñedos, catas de vinos y paisajes que parecen pintados. Degustar un blanco acompañado de mariscos locales es parte de la experiencia, y no sorprende que muchos turistas combinen la visita con rutas gastronómicas que incluyen quesos, frutas y sidras artesanales.

Viaja a Canadá. Fuente: Canva

Más allá del vino y el mar

Nueva Escocia también guarda postales que parecen sacadas de una película. El faro de Peggy’s Cove, construido en 1915, es el más fotografiado de Canadá. Lunenburg, con sus casas de colores y barcos históricos, es Patrimonio de la Humanidad y un imán para quienes disfrutan de la historia marítima. Y Halifax, su capital, combina vida urbana, museos y uno de los malecones más largos del mundo.

Entre mariscos frescos, rutas panorámicas y pueblos que conservan la esencia marinera, esta provincia logra algo único: que cada visitante sienta que está explorando un secreto bien guardado. Y quizá por eso, quienes llegan hasta aquí siempre sueñan con volver.