Al sur de Michoacán, el lugar donde termina el bosque y comienza Tierra Caliente es un Pueblo Mágico que resguarda a las vírgenes refugiadas de la Guerra Fría. Esta zona de transición entre el bosque y el valle, ofrece actividades ecoturísticas y de aventura ideales para amantes de la naturaleza y para quienes busquen un destino para olvidarse de la ciudad.
Su cultura, tradiciones, gastronomía y escenarios que parecen salidos de una pintura hacen de este destino michoacano la opción perfecta para un viaje de fin de semana, ya sea en familia o con amigos ya que el menú de experiencias que ofrece para la diversión o el descanso entre la naturaleza es amplio y variado. Así que empaca las maletas y prepárate para disfrutarlo. Estas son algunas cosas que debes hacer.
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Cuál es el Pueblo Mágico que resguarda a la vírgenes refugiadas de la Guerra Fría
En la puerta de entrada a la región de Tierra Caliente, en Michoacán se localiza un Pueblo Mágico rodeado de bosques y montañas. Ahí el clima es caluroso y se antoja para recorrerlo sin prisa. El sitio acoge un santuario religioso de atmósfera mística que se puede admirar desde lejos y que es hogar de una serie de vírgenes refugiadas. Es el templo Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Fátima.
Dentro, hay pinturas del siglo XIX y las imágenes de “las refugiadas”, cuatro vírgenes procedentes de Polonia, Hungría, Lituania y Cuba que fueron rescatadas de sus países cuando la religión católica era perseguida. El recinto, que se terminó de construir en 1952 también acoge una réplica original de la Virgen de Fátima, realizada por el escultor José Ferreira Thedim.
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Se trata del Pueblo Mágico de Tacámbaro, un imperdible ahí es caminar por sus calles empedradas enmarcadas por casas blancas con techos de teja y dejarse atrapar por el ambiente relajado que lo envuelve. El poblado de origen prehispánico conserva sus tradiciones ancestrales y en él puedes sentarte a disfrutar de su gastronomía en los restaurantes de Los Portales.
Si te gusta la naturaleza y la aventura hay que visitar el Parque Cerro Hueco que cuenta con un mirador hacia "la alberca" el ojo de un volcán extinto que formó una laguna y que inspira diferentes leyendas que puedes escuchar en el pueblo. También hay otra laguna en la que se puede nadar, es La Magdalena, que además ofrece tirolesa y recorridos en lancha. Finalmente hay que visitar alguna de sus 20 cascadas inmersas entre la vegetación abundante, de ellas forman pozas naturales de aguas termales para relajarte.