La sierra poblana es un lugar que permitirá a cada viajero, adentrarse entre los bellos paisajes del estado de Puebla. Entre valles, barrancas y verdes paisajes, podrás descubrir algunos de los mejores destinos de este estado, uno de los más visitados por los turistas que aman la naturaleza y los rincones tranquilos.
Calles empedradas, tejados rojizos y contrastantes con los verdes y hermosos valles, envuelven a este mágico destino de corazón náhuatl y otomí, raíces que los pobladores mantienen como modos de vida a través de sus tradiciones, costumbres, cultura y sus bellas artesanías.
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Pahuatlán y su antepasado prehispánico
Se ubica entre los límites del estado de Hidalgo y Puebla, para llegar a Pahuatlán, los viajeros tienen que recorrer un sendero entre la sierra, un trayecto que nos hará sentir en contacto inmediato con la naturaleza. Este bello lugar se incorporó al programa de Pueblos Mágicos en el año 2012.
La historia de este poblado prueba que Pahuatlán fue parte del señorío de Totonacapan, Cuenta la antigua leyenda que hace muchos años, una sequía muy fuerte dañó la región del Señorío de Totonacapan, establecido entre el estado de Puebla y Veracruz.
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Ante la amenaza latente por esta situación, los ancianos le pidieron a algunos jóvenes de la población, que buscaran el árbol más alto de toda la región, este tendría que ser el más largo y recto del monte, un lugar que serviría como sitio para orarle a los dioses.
El rito de agradecimiento a los dioses comenzó, en la parte superior del tronco, una ceremonia efectuada con el fin de rendirle tributo a los dioses, pues el árbol representa el axis mundi, transmisor entre el inframundo, la tierra y el cosmos. Desde ese tiempo, 4 danzantes coladores se colocan en lo más alto del palo ceremonial para este ritual.
En esta Danza de los Voladores, cada uno de ellos representa los 4 puntos cardinales y, su descenso hasta el suelo simboliza la caída de la lluvia, que los indígenas tanto pedían y añoraban. Cada uno de los sonidos corporales indica diferentes tipos de acrobacias, girando de acuerdo a los 13 cielos del dios sol y que multiplicado por 4, dan 52, el ciclo completo del calendario solar.
Pahuatlán es un pueblo que aún conserva gran parte de estas costumbres indígenas, entre ellas esta tradicional Danza de los Voladores, que continúa vigente hasta la actualidad y que puedes disfrutar en uno de tus paseos por este atractivo pueblo mágico.
Un pueblo escondido entre cafetales
Además de sus bellas tradiciones prehispánicas, los días en Pahuatlán inician con un delicioso aroma al café recién molido, que se esparce entre las calles empedradas de su tranquilo centro histórico, un aroma tradicional proveniente de las diferentes cafeterías regionales o de las casitas de adobe y tejas rojas que albergan a sus pobladores.
La cosecha de los granos de café, es una de las principales actividades económicas de este pueblo, además de ser una de sus principales riquezas y atractivos, esto en conjunto con la producción de su delicioso pan horneado en leña. La combinación perfecta para un amanecer increíble en Pahuatlán será, con una taza de café local y un delicioso polvorón o concha recién salido del horno.
Todos los domingos, el centro del pueblo se llena de vida, pues en el atrio del Templo del Señor Santiago Apostol, se realiza la danza de los voladores, además del tianguis semanal, donde cada uno de los productores locales, ofrecen el grano de sus cosechas, frutos frescos, sus artesanías de papel amate o sus panes calientitos.
Este pueblito se encuentra a casi tres horas de la Ciudad de México, un sitio cercano que puedes disfrutar en un viaje corto y donde además puedes realizar actividades eco turísticas, como paseo en bicicleta de montaña hacia los cafetales, o cruzar el puente colgante Miguel Hidalgo y Costilla, donde podrás admirar la Cascada Trinidad y maravillarte aún más de este pueblito tan encantador.