El estado de Nuevo León no solo es conocida por ser una ciudad por tener características industriales, ya que esta región cuenta con excelentes atractivos turísticos para ofrecer a sus visitantes entre los que destacan paisajes naturales, así como una mezcla de su vida local, cultura, tradiciones, mezclada con la modernidad de la actualidad. Asimismo, en este estado se ubica un pueblo mágico que ha sido reconocido por su misticismo y leyendas sobre la existencia de brujas que habitaron ese lugar.
Nos referimos al pueblo mágico de Linares, el cual tiene un poderoso atractivo visual, majestuosa arquitectura (que podrás admirar mientras recorres sus calles). Además, de que ha ganado fama mundial gracias a la elaboración de dulces de leche de vaca y cabra, de los que destacan las “Glorias de Linares”. Y estos aspectos se mezclan un basto legado histórico lleno de leyendas de magia y brujería. Aquí te contamos más al respecto.
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Linares, el Pueblo Mágico de Nuevo León que fue habitado por brujas
De acuerdo con la página oficial de la Secretaría de Turismo, este pueblo mágico se fundó en 1712, bajo el nombre de San Felipe de Linares, en honor al Duque de Linares, trigésimo quinto virrey Fernando de Alencastre Noroña y Silva.
Y en cuanto a las leyendas que existen en este sitio, también tienen inicios durante esta época. Y aún se siguen contando entre los habitantes de Linares, así como para quienes deciden visitar este pueblo mágico, por lo que aquí te contamos un poco más acerca de estas historias llenas de misterio.
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Aunque no se tiene muy claro sobre los orígenes sobre de estas leyendas y existen muchas al respecto, pero hay una que destaca por su singular historia. En Linares se encuentra el ejido “La Petaca”, nombre que se le acuñó gracias a un peculiar hecho que sucedió hace muchos años.
Cuenta la leyenda que un día llegó una niña, que se cree era nieta de una bruja y se decía que había sido concebida por un demonio, en compañía de una persona indígena que cargaba una maleta en la que se dijo que contenían objetos que su abuela (la bruja) le dio para que ella pudiera protegerse, no obstante, los habitantes de esta localidad se enteraron y para evitar su linchamiento la niña decidió enterrarla en lo que ahora se le conoce como el ejido “La Petaca”.
Por lo que se piensa en el ejido de “La Petaca” es habitado por brujas, pero no aquellas que se nos han presentado en películas y cuentos infantiles, sino que se trata de mujeres curanderas, las cuales han dedicado su vida a realizar limpias, amarres, sanaciones espirituales u otro trabajo que requiera de sus servicios, especialmente de magia blanca.
¿Te atreves a conocer este mágico lugar?