El Estado de México es una de las entidades más cercanas a la Ciudad de México, un lugar que cuenta con muchos atractivos turísticos y sitios naturales que puedes conocer en un fin de semana, pues está relativamente cerca de la capital e incluso puedes llegar a varios de sus puntos principales en transporte público de forma sencilla o en tu auto particular.
El Edomex es el hogar de bellas tradiciones y encantadores pueblos, los cuales cuentan con majestuosos espacios atractivos para miles de visitantes de todo el país, que viajan hasta el centro de México, para disfrutar de un buen y agradable paseo en sus calles pintorescas, o para vivir la adrenalina de las actividades y deportes extremos que se practican en sus diferentes regiones y espacios al aire libre.
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En esta ocasión nos vamos a dar un paseo por Aculco, un pueblo mágico que se localiza en la región noroeste del Estado de México, casi en la frontera con el estado de Querétaro, a unos 120 kilómetros de la capital metropolitana, un lugar muy singular que guarda una estrecha relación con el agua, pues su nombre quiere decir “lugar donde tuerce el agua”, que resguarda muchos espacios maravillosos.
Aculco, un increíble espacio natural
Una de las principales atracciones turísticas de Aculco es el famoso Santuario del Señor Nenthé, también conocido como el Señor del Agua, ya que se le atribuye el milagro de haber hecho nacer un manantial de agua pura en tiempos donde las grandes sequías azotaban a los pobladores, evitando el desarrollo del ganado y de los campos de cultivo de la región en aquellos tiempos.
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La Presa Ñadó es un impresionante cuerpo de agua que se ubica a un costado de la Carretera Panamericana. Las aguas que pasan por este lugar, son la principal fuente de abastecimiento de sus dos majestuosas cascadas La Concepción y Tixhiñu, hermosas caídas que son todo un espectáculo majestuoso, especialmente para aquellos amantes de la naturaleza.
Las cascadas se localizan a tan sólo 10 kilómetros de la cabecera municipal, sobre la carretera Aculco-Amealco, de entre un paisaje rocoso espectacular que resalta las hermosas cascadas que se nutren de las aguas de la Presa Ñadó y corren sobre una calzada compuesta por increíbles columnas basálticas que se formaron en este espacio para deleitar la vista de todos los viajeros.
Para disfrutar aún más tu recorrido por este espacio natural, es recomendable visitar estas cascadas en días soleados, cuando el caudal hace de esta caída, algo realmente impresionante a la vista, pues la altura de este cuerpo de agua tan majestuoso es de 25 metros de altura, todo un espectáculo natural maravilloso que te deja sin aliento e impresionado.
La cascada de Tixhiñú tiene una caída de 15 metros de altura y también se localiza sobre magníficas columnas de piedra basáltica, un sitio ideal para amantes de los deportes extremos, pues las paredes de La Concepción, hacen de este espacio, un lugar perfecto para realizar rappel y pasar una tarde llena de aventuras, que cuenta con más de cien rutas trazadas, un sitio rodeado de árboles y arroyuelos que complementan la vista tan increíble.
La Concepción es una caída de agua con 25 metros de altura, también ubicada sobre espectaculares paredes de basalto que cuenta con una magnífica vista, pues puede ser observada desde su borde o desde un mirador que se localiza al otro lado de la caída, un lugar perfecto para disfrutar una tarde relajante, pasear tranquilamente y gozar de las vistas, los sonidos y todas las sensaciones que te da la naturaleza.
Si estás pensando en planear un viaje de fin semana rodeado de bellezas naturales y un ambiente relajante y tranquilo, visitar Aculco y sus cascadas será una de las mejores opciones. Desde la Ciudad de México puedes iniciar tu recorrido por Circuito Exterior Mexiquense, México 57D y Carretera Querétaro-México/México 57D, en un recorrido que durará un aproximado de 2 horas con 10 minutos y una distancia de 135.5 kilómetros.