De aire relajado y misterioso, Mineral de Pozos es un pueblo fantasma que logró convertirse en Pueblo Mágico gracias al encanto que producen sus edificaciones abandonadas, sus calles empedradas que contrastan con sus cielos limpios y sus atractivos que parecen salidos de una película. En la época del porfiriato, Mineral de Pozos fue uno de los pueblos del bajío que tuvo un gran auge minero gracias a la explotación de plata y oro, hoy sus minas se pueden visitar para imaginar la bonanza de esos tiempos.
Este pueblo de atmósfera bohemia fue abandonado en 1920, después de la revolución y muchas de sus casonas quedaron derruidas pero hoy se ha reinventado y es un escenario ideal para recorrer sus calles y descubrir restaurantes que ofrecen gastronomía internacional o de autor, hoteles boutique, ranchos de lavanda, cascos de haciendas y minas y hasta spas de cerveza. Así que si eres fan de los lugares misteriosos haz las maletas y lánzate a conocer Mineral de Pozos en Guanajuato.
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Mineral de Pozos, el pueblo fantasma que logró convertirse en Pueblo Mágico
El Pueblo Mágico de Mineral de Pozos estuvo abandonado durante años y se convirtió en un pueblo fantasma, pero sus encantos comenzaron a seducir a los viajeros que pasaban por ahí pero hoy sus edificaciones antiguas, hechas principalmente de adobe acogen innumerables restaurantes, cafeterías y hoteles boutique donde es posible vivir una experiencia fuera de serie. Entre sus calles se puede conocer un poco sobre la bonanza minera de la época del porfiriato y descubrir rincones llenos de magia, como su spa de cerveza que se encuentra en el hotel boutique Casa Diamante, o como el caso de la mina de Santa Brígida que te hará viajar al pasado y que además de misteriosa es el marco perfecto para una sesión de fotografías.
Si exploras el centro podrás descubrir tiendas de antigüedades, donde seguro encontrarás un objeto preciado para llevarte a casa, de artesanías, especialmente muñecas hechas a mano y vestidas con diferentes trajes típicos; la alameda rodeada de árboles, la antigua escuela de Mineral de Pozos, la casa de artesanos El Venado Azul donde elaboran y venden instrumentos prehispánicos, o el Jardín Juárez, perfecto para descansar y probar la bebida típica conocida como colonche. También puedes realizar un paseo en bicicleta por los alrededores de las minas como la de Cinco Señores y la del Triángulo, en ellas, los habitantes venden cristales, cuarzos y piedras semipreciosas extraídas de las minas.
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Naturaleza y gastronomía en Mineral de Pozos, el pueblo fantasma que se convirtió en Pueblo Mágico
Los alrededores de Mineral de Pozos ofrecen un abanico de posibilidades para disfrutar la naturaleza, como el Rancho de lavanda donde se cultivan seis variedades de esta bella flor. Al llegar se percibe un aroma suave que inunda todo el lugar y el paisaje es realmente hermoso pues el color de sus flores contrasta con el azul intenso del cielo. Ahí se procesa la lavanda y se elaboran diversos productos cosméticos, como jabones, perfumes, aceites y cremas. El lugar es perfecto para relajarse y pasar la noche entre el perfume de las flores y el cielo repleto de estrellas. También se realizan paseos en bicicleta y recorridos para ver el amanecer, cuando la luz del sol intensifica el perfume y el tono de las flores.
Su restaurante ofrece diversas especialidades hechas con lavanda, como la hamburguesa de pan de lavanda o la cerveza artesanal y postres como nieve y paletas heladas. Otra opción para vivir la naturaleza y el misticismo de Mineral de Pozos es ir al Jardín Botánico en Arroyo Seco para admirar las cactáceas gigantes, de acuerdo con los expertos, estas crecen medio centímetro cada año así que algunas tienen más de quinientos años. También hay que ir a las haciendas de beneficio que perpetúan la riqueza de las vetas de oro y plata, desde la profundidad de sus túneles se pueden escuchar leyendas e historias de los mineros que ahí trabajaron.
No olvides entrar a alguno de los restaurantes del Pueblo Mágico de Mineral de Pozos, uno de los más famosos es La Fama, que conserva su fachada original y fue uno de los primeros en abrir sus puertas después de que el pueblo fantasma comenzó a reinventarse. Tiene una terraza que ofrece una visita privilegiada del centro. Sin duda, otro de sus imperdibles es el restaurante Pila Seca que también es una galería y se encuentra en el jardín principal, podrás disfrutar de una experiencia gourmet rodeado de máscaras, catrinas y hasta cuadros recién pintados.