Comonfort es un Pueblo Mágico lleno de historias, leyendas y tradiciones centenarias. Ahí fue donde nació el molcajete durante la época prehispánica y en sus calles se pueden conocer los talleres donde se elaboran en toda clase de tamaños, formas y figuras. Este poblado de herencia otomí, asentado en las orillas del río Laja, a los pies del cerro de los Remedios, en Guanajuato y es perfecto para conocer en un fin de semana.
Comonfort es un destino donde se respira la magia del pasado, pues sus tradiciones se pueden ver, sentir y comer, como la elaboración de la tortilla ceremonial, que lleva impresos diversos motivos prehispánicos, esta tortilla se elabora durante las fiestas patronales, como símbolo de respeto y gratitud. En el centro se pueden conocer edificaciones coloniales como el antiguo Palacio Municipal que está decorado con murales que narran la historia del pueblo.
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Comonfort, el Pueblo Mágico donde nació el molcajete y las artesanías de piedra volcánica
A 20 minutos de San Miguel de Allende, se encuentra Comonfort, uno de los Pueblos Mágicos de Guanajuato de ambiente relajado y donde se respira tranquilidad. En las calles abundan los talleres artesanales donde se elaboran los molcajetes y otras artesanías de piedra volcánica. También hay decenas de puestos donde se venden estas artesanías de origen prehispánico, son los extranjeros quienes más compran.
En el centro hay que conocer el edificio del Antiguo Palacio Municipal donde se encuentran los murales que artistas como Horacio Reséndiz y Arturo Elías Islas realizaron. El Mercado Hidalgo es el corazón de la gastronomía de Comonfort, ahí puedes probar las gorditas de maíz quebrado rellenas de requesón y las famosas tortillas ceremoniales (si es época de fiesta), o la fruta de horno, un pan que al cocerse despide un olor similar al de la fruta cocida.
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Qué ver en los alrededores del Pueblo Mágico de Comonfort
A 15 minutos de Comonfort se encuentra Soria, una pequeña comunidad que destaca por ser un pueblo textilero. Es decir, que se fundó alrededor de una fábrica de textiles. Aquí podrás recorrer sus calles y sentir la frescura de un lugar recientemente reforestado. Además, encontrarás pequeños restaurantes para degustar lo mejor de la gastronomía local. Otra opción es que visites la galería de arte en la que descubrirás la obra de Josefina Membrilla.