Maní es un Pueblo Mágico ubicado a 100 kilómetros al sureste de Mérida, Yucatán, es una tierra mística llena de contrastes donde el tiempo se detuvo, aquí se respira un aire tranquilo y casi todos sus habitantes hablan la lengua maya, considerada Patrimonio de Yucatán. Además de sus artesanos locales dedicados a la confección y bordados de blusas, huipiles y ternos, este lugar es famoso por sus meliponarios mayas.
Maní es conocido por su arquitectura y porque es parte de la ruta de los Conventos de Yucatán, además alberga algunas edificaciones consideradas como Patrimonio de la Humanidad. Su gastronomía es una de las más conocidas, principalmente el Poc Chuc, que se prepara con técnicas heredadas por las abuelas, de generación en generación. Su nombre en maya significa “Lugar donde todo pasó” o “Manik” día del calendario maya relacionado con el venado.
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Maní, el Pueblo Mágico de Yucatán ideal para conocer las tradiciones heredadas de los mayas
Maní es un Pueblo Mágico de Yucatán donde se pueden conocer diversas tradiciones heredadas de los mayas, como la de la elaboración y extracción de la miel de abeja melipona, una especie nativa de la Península de Yucatán que no tiene aguijón y que fue domesticada desde épocas antiguas. Aquí se encuentran más de 30 meliponarios que se pueden conocer en una ruta llamada Xunáan donde podrás conocer cómo se extrae esta miel utilizada en rituales sagrados desde tiempos ancestrales y que tiene muchas propiedades medicinales y nutricionales..
En este Pueblo Mágico también se realiza arte textil con la técnica X’manikté, que significa “siempreviva” y hace referencia a lo eterno. Es una de las técnicas de bordado más antiguas en Yucatán con la que se hacen huipiles, blusas y otras prendas. Aquí también es indispensable probar el platillo más icónico: el Poc Chuc acompañado de tortillas hechas a mano y cebolla morada. Lo puedes encontrar tanto en el mercado municipal como en los restaurantes de cocina tradicional como el Principe Tutul Xiú, de gran tradición en el pueblo.
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Maní también alberga un abundante patrimonio edificado en la época colonial, como el convento de San Miguel Arcángel, construido en 1549, tiene un gran atrio rectangular, una capilla abierta, una iglesia principal con cuatro capillas, el recinto conventual, el claustro antiguo, un huerto que formó parte del convento y vestigios de la antigua escuela de indios. En el interior se encuentran pinturas murales del siglo XVI y siete altares con cinco retablos del siglo XVII. Esta construcción es considerada Patrimonio Mundial.
En los alrededores se encuentra el cenote Xcabachen que alberga una leyenda antigua que relata que cuando esté próximo a acabarse el mundo, sólo en este cenote (XCabach’e’en) habrá agua. La entrada a esta caverna sagrada se encuentra en pleno centro de Maní, en la calle 25 con 26, bajo la sombra de una gigantesca ceiba, el árbol sagrado de los mayas, de acuerdo con los habitantes de la región este cenote es la entrada en inframundo llamado “Xibalabá” y era considerado sagrado. Puedes conocerlo y descubrir por ti mismo los secretos que encierra.
Cómo llegar a Maní, el Pueblo Mágico de Yucatán ideal para conocer las tradiciones heredadas de los mayas
Si viajas desde Mérida puedes llegar en auto, debes tomar la salida de Mérida hacia Cancún (oriente) y seguir hasta la salida a Chetumal / Acancéh. Maneja 92 km pasando Acancéh, Tecoh, Tekit y Teabo. La distancia total es de 96 kilómetros y el tiempo de recorrido es de 1 hora 20 minutos. También puedes llegar en autobús por la vía Oxkutzcab, en la terminal Noreste que cuenta con varias salidas durante el día.