Los Pueblos Mágicos son una gran opción para salir de vacaciones y escapar del ajetreo de la Ciudad de México, además la cercanía de algunos de ellos los convierte en el destino ideal para pasar un fin de semana con la familia y amigos. Estos pueblos ofrecen la oportunidad de realizar diferentes actividades divertidas y conocer sus atractivos turísticos más relevantes.
Recuerda que todos los Pueblos Mágicos fueron elegidos por sus atributos simbólicos, leyendas, hechos trascendentes para la historia y demás manifestaciones socioculturales. Por lo que, si deseas iniciar tu recorrido por México y quieres comenzar con los pueblos más cercanos a la ciudad, aquí te daremos información sobre los 6 Pueblos Mágicos en los que puedes comenzar tu ruta viajera.
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1. Huasca de Ocampo, Hidalgo
El primer Pueblo Mágico declarado fue Huasca de Ocampo en Hidalgo, que cuenta con sitios perfectos para pasar un fin de semana, aquí puedes recorrer el centro y visitar la Parroquia de San Juan Bautista ya que en su interior se halla una imagen de San Miguel de Arcángel. También podrás descubrir las haciendas del Conde de Regla, su preferida fue la Hacienda de San Miguel Regla y Santa María Regla, la cual dispone de laberintos y túneles subterráneos que se utilizaron para transportar la plata y hoy en día puedes hospedarte en sus habitaciones.
Otras de sus atracciones son los Prismas Basálticos que pueden admirarse desde un puente colgante de 40 metros de altura. Se trata de formaciones geométricas sobre las que caen cascadas provenientes de las presas cercanas, para que vivas al máximo no olvides aventarte de la tirolesa en Peña del Aire.
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2. Tlayacapan, Morelos
Si tienes auto viaja a Tlayacapan en Morelos a solo dos horas de la Ciudad de México, una zona que esconde una serie de maravillas que incluye un paisaje montañoso y decenas de capillas entre otros lugares, como el Templo y Ex Convento de San Juan Bautista que fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Zona Arqueológica el Tlatoani que tiene arte rupestre.
Además, cuenta con su propio claustro que ahora es un museo que exhibe cuatro momias de niños que fueron encontradas en el convento durante su restauración. De igual forma, no puedes perderte del mole verde de pipián o el mixiote de carnero. Y lo mejor de todo, es que puedes pasear en bicicleta por sus principales calles para contemplar su arquitectura y naturaleza.
3. Chignahuapan, Puebla
Chignahuapan es un Pueblo Mágico muy famoso de Puebla por la creación, producción y venta de esferas en la temporada decembrina, pero claro, no es lo único que puedes hacer ahí. Existen otros atractivos como la Parroquia de Santiago Apóstol que fue fundada en el siglo XVI, el Quiosco Mudéjar un colorido lugar que se encuentra en frente de la parroquia y puedes recorrer en minutos.
También, no puede faltar en tu visita la laguna de Chignahuapan, que cuenta con nueve ojos de agua o manantiales y puedes andar en lancha o asistir al torneo de pesca de trucha. Además de visitar la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción, la imagen tiene una altura de catorce metros; y si eres todo un aventurero, puedes cruzar el puente colgante de Salto de Quetzalapan, un centro recreativo con varias actividades que entre las que destacan una tirolesa o caminar por el cable de alta tensión por si se busca algo de adrenalina.
4. Tequisquiapan, Querétaro
La provincia queretana tiene de todo un poco, y qué mejor manera de conocerla que hacerlo en Tequisquiapan, un bello lugar que cuenta con un clima templado, lindas plazas, balnearios y si eres fan de vino y del queso existen rutas que prometen ser una visita soñada. En la localidad puedes visitar la Plaza de Armas que posee la Parroquia de Santa María de la Asunción, una obra del siglo XIX, continúa la Plaza Miguel y el Parque de la Pila.
Muy cerca de ahí se encuentran los viñedos La redonda, es un espacio que te permite conocer los viñedos y su proceso de vinificación, además es una buena atracción pues puedes hacer una cata de vinos. Si lo tuyo es la comida, prueba la gastronomía local como la barbacoa de chivo o carnero, buñuelos blancos con miel, el filete a la ceniza entre otras comidas que serán un agasajo al paladar.
5. Tlaxco, Tlaxcala
El estado de Tlaxcala solo tiene dos localidades mágicas y en esta ocasión hablaremos de Tlaxco, una zona que se encuentra a casi tres horas de la Ciudad de México. Está rodeado de montañas, bosques, llanuras y una gran laguna. Sus principales atractivos es la Barca de la Fe, un inusual templo que tiene diseños prehispánicos y símbolos del siglo XVI, aunque no está terminada se hacen ceremonias y misas los domingos. La Peña del Rosario es un bosque al que puedes subir sin ser un profesional, pero se recomienda ir con un guía local. La gran laguna de Atlangatepec, se ubica en el centro de Tlaxco donde puedes practicar la pesca deportiva y pasear en lancha. La economía principal de este pueblo es el pulque, una bebida donde se extrae y se fermenta para ser llevado a la ciudad.
6. Villa del Carbón, Estado de México
Tiene más magia que cualquier otro pueblo, se trata de nada más y nada menos que Villa del Carbón ubicado en el Estado de México, un bello lugar con una amplia vegetación y con un ambiente tranquilo. Disfruta de la Peña de la Bufa que tiene un espectacular mirador donde verás la Presa El Llanito y sus alrededores. También es considerado la capital del botín charro, ya que son elaborados a la medida del cliente y donde han salido botas para personajes del cine internacional. El pueblo de San Luis de las Peras fue uno de los afectados por la construcción de la presa y fue así que quedó inundado por lo que puedes ser testigo de las ruinas de su antigua iglesia