El territorio mexicano cuenta con varios sitios impresionantes por recorrer en tus días libres, lugares que te regalarán experiencias inigualables en tus fines de semana o al planificar vacaciones largas con tu familia, pues entre ellos destacan sus bellas costumbres, tradiciones, arquitectura, gastronomía y muchos encantos para conocer la cultura de las comunidades nacionales.
Los Pueblos Mágicos de México son ese tipo de destinos pintorescos que te llevarán a otras épocas y el día de hoy conoceremos este espacio a pocas horas de viaje desde la Ciudad de México para adentrarnos en un sitio donde predominan los encantos naturales en sus haciendas magueyeras y acueductos de la conquista que robarán tus sentidos cuando lo visites.
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¿Cuál es el Pueblo Mágico con acueductos de la conquista y magueyes?
A poco más de dos horas de camino por carretera desde la Ciudad de México y a 30 minutos de viaje desde la ciudad de Pachuca se encuentra el Pueblo Mágico de Zempoala, uno de los destinos más fascinantes de Hidalgo, un territorio envuelto por el bosque de Tlajomulco que aún conserva las huellas de su pasado, un territorio en el que habitaron los teotihuacanos, toltecas y chichimecas que se asentaron en tierras fértiles.
Uno de los atractivos más visitados en Zempoala es el famoso Acueducto del Padre Tembleque, un sitio declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año 2017 que cuenta con 48 kilómetros de longitud y casi 40 metros de altura que te fascinará, el sitio ideal para tomarte excelentes fotos que podrás compartir con tus amigos en redes sociales, una obra construida por los habitantes del lugar en manos del fray Francisco de Tembleque.
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El Ex Convento de Todos Santos de la Orden Franciscana es otro de los puntos imperdibles de este destino, una construcción que data de la década de los 70 del siglo XVI con rasgos clásicos en su fachada el cual destaca por su elevada torre que se asoma por encima de los árboles. El templo aún conserva algunas de sus pinturas morales con escenas religiosas tanto en la iglesia como en las paredes del convento anexo, así como una capilla abierta que tiene dos enormes arcos.
Otro de los atractivos más llamativos de este lugar no es un espacio, sino su gastronomía pues cuenta con la denominación de Pueblo con Sabor, un distintivo que otorga el estado a los sitios que conservan sus platillos representativos, entre los que destaca el Ximbote, elaborado en pencas de maguey rellena de carne de cerdo, pollo, chinicuiles y escamoles o caracoles, los cuales puedes probar en el tianguis que se pone todos los domingos en el centro.
Pero eso no es todo, pues este pueblo también es conocido por la producción de pulque artesanal, uno de los más ricos de la región ya que cuenta con dos bellas haciendas pulqueras que todos los amantes de la bebida de dioses deben recorrer para quedar encantados con estos sabores. San Juan Pueblilla y Santa María Tecajete son estos lugares que hoy funcionan como hotel y puedes rentar para bodas o eventos sociales, mientras que en la segunda recorrerás sus tierras para poder realizar una cata de pulque.