México cuenta con una influencia inglesa y francesa a nivel histórico y arquitectónico, para eso basta ver el Pueblo Mágico de Santa Rosalía, la capital del municipio de Mulegé en Baja California Sur. Aquí te vamos a decir todo lo que puedes hacer en un fin de semana para conocer sus huellas francesas en la parte central de Baja California, justo frente al mar de Cortés destaca por su arquitectura e historia.
Además reconocerás sus estilos arquitectónicos en las fachadas de diferentes recintos, así como algunas huellas de la intervención a México por parte de los franceses. Principalmente en la compañía 'El Boleo' cuando en 1885 llegaron al país por la abundancia del cobre en la región, así que principalmente llegaron por la actividad minera de extraer material. Después se fueron estableciendo en la ciudad para poder crear Santa Rosalía, que actualmente se considera como Pueblo Mágico en Baja California Sur.
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¿Qué hacer en el Pueblo Mágico de Santa Rosalía, el rinconcito francés?
La mayoría de los viajeros recomienda pasear por Santa Rosalía a pie, donde puedes ver el Hotel Francés y admirar la belleza de la decoración original que permanece intacta desde hace años. Al mismo tiempo en otro tramo verás los restos del ferrocarril que cubría 38 kilómetros y era de tres locomotoras de vapor llamadas Búfalo, Morueco y Toro.
No olvides pasar al Museo de Historia de la Minería y luego llegar al centro del pueblo para ver la iglesia de Santa Bárbara, patrona de los mineros que fue diseñada por Gustave Eiffel en 1884. Y si quieres degustar algo tradicional debes ir a la panadería El Boleo, que da servicio desde 1901. Visita Santa Rosalía, el pequeño rincón francés de Baja California Sur.
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La Panadería El Boleo, tradición desde 1901 que se fundó establece diferentes formas de hornear ininterrumpidamente pan de diferentes formas, y sabores, entre dulces y salados. En este lugar podrás contemplar también la historia de la compañía El Boleo, una empresa que explotó las minas de cobre locales. Al inicio los ingredientes llegaban desde Francia, posteriormente se importaban de Estados Unidos, ahora es un negocio familiar, que atienden la tercera y cuarta generación.