La hermandad que México mantiene con diferentes naciones alrededor del mundo, en muchas ocasiones tiene una historia de varios cientos de años y se escribió gracias a la cooperación en ambos países en momentos clave para su crecimiento y en el que estas relaciones representaron un impulso imprescindible en el desarrollo de cada una, y que dejaron una huella indeleble, pese al paso del tiempo.
Si bien, la hermandad que existe entre Francia y México tiene una historia de altibajos, pues han existido lapsos en los que los enfrentamientos bélicos marcaron ciertas épocas, también está la otra cara de la moneda donde las relaciones se estrecharon, y el primer cuadro de la capital del país es el fiel testigo de la inspiración que Francia tuvo en las construcciones erigidas en el siglo XIX cuando la industrialización comenzaba en México.
Te podría interesar
Y es que esta cooperación, que ya no se ha visto rota desde hace varias decenas de años, estrechó sus lazos de mayor forma gracias a que un pequeño pueblo fantasma en el corazón de Hidalgo fue pieza importante para la construcción de la Torre Eiffel, por lo que aquellos que acuden a este destino icónico en París, también son testigos de un poco de de México durante el siglo XX.
El destino fantasma mexicano que participó en la construcción de la Torre Eiffel
El pueblo de la Encarnación se encuentra dentro del bello Pueblo Mágico de Zimapán, en Hidalgo, y es poseedor de una historia que nos ha hermanado con Francia, gracias al pasado minero en el corazón de la tierra, desde donde extraían materiales preciosos y diversos elementos que servían y nutrieron las industrias de todo el mundo, y el claro ejemplo es el hierro que se extrajo de las entrañas de la tierra y se fundió en La Encarnación.
Apenas hace casi 100 años, el hierro que se extraía de las entrañas de la tierra era fundido en esta comunidad, de donde se formaban piezas de una fortaleza increíble que eran llevadas hasta Francia para funcionar como parte de la estructura de la emblemática Torre Eiffel, incluso se dice que en los cimientos de este icónico monumento a nivel mundial tiene en sus piezas más fuertes la marca de esta compañía de fundición mexicana.
Pese a que era un centro industrial apenas en los inicios del siglo XX, y que en sus calles se vivía el ajetreo común para los destinos de Hidalgo donde era común establecer minas, hoy se trata de un pueblo fantasma que tiene más casas abandonadas que habitantes, incluso a través de sus calles se pueden ver las construcciones de estilo inglés que datan desde el origen del pueblo, que cuentan con una belleza icónica emblemática en esta zona de Hidalgo.
¿Cómo llegar a la Encarnación, en el Pueblo Mágico de Zimapán?
Este increíble destino se encuentra dentro del corazón del Parque Nacional los Mármoles, en Hidalgo, específicamente en el municipio de Zimapán, muy cerca del Km. 245 de la carretera federal México-Nuevo Laredo, al llegar aquí podrás distinguir la placa que indica el camino de terracería de 5 Km que te llevará hasta la fundidora La Encarnación, la comunidad fantasma desde la cual salieron los cimientos de la Torre Eiffel.