ENAMÓRATE DE MÉXICO

Conoce la panadería con 124 años de historia y su pan tradicional en un Pueblo Mágico de BCS

Descubre un rincón donde los hornos de leña siguen encendidos desde 1901 y las recetas familiares conservan el sabor de antaño

El Boleo.Panadería con 124 años en un Pueblo Mágico de BCSCréditos: Pexels/ hello aesthe
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En Santa Rosalía, Baja California Sur, hay un aroma que se ha mantenido vivo por más de un siglo. Se trata del olor a pan recién horneado que sale cada día de la panadería El Boleo, una institución fundada en 1901 que sigue siendo uno de los grandes tesoros de este Pueblo Mágico

Desde que la compañía minera El Boleo decidió abrir esta panadería para alimentar a sus trabajadores, los hornos no han dejado de encenderse. En sus primeros años, los ingredientes viajaban desde Francia y, más tarde, desde Estados Unidos. Hoy, todo es cien por ciento mexicano, pero muchas de las recetas son europeas.

El edificio mismo parece congelado en el tiempo. Hecho de madera y con un estilo francés que remite a la época minera, El Boleo conserva los mismos hornos y anaqueles que vio encender por primera vez a finales del siglo XIX. Su fachada sencilla esconde mucha historia.

Apenas cruzas la puerta, te envuelve el calor del horno y ese aroma que puede despertar hasta el apetito más dormido. Los panaderos comienzan su jornada desde la madrugada para preparar conchas, bolillos, empanadas de cajeta y las famosas pitahayas, una creación local bautizada así por su parecido con la fruta del desierto.

Pitahaya: El pan estrella de El Boleo 

La pitahaya es, sin duda, la más pedida. Tiene una textura cremosa, un toque dulce inconfundible y una apariencia imposible de resistir. Pero si eres fan del pan salado, el bolillo de masa madre se lleva todos los aplausos, según los comentarios que circulan por internet y las filas que se forman fuera del local.

Aunque hoy El Boleo pertenece a una familia local, su espíritu sigue siendo el mismo. La tercera y cuarta generación de panaderos se encargan de mantener viva la tradición, cuidando cada detalle y respetando las recetas que han pasado de mano en mano por más de cien años.

Visitar Santa Rosalía sin pasar por El Boleo sería como ir a París y no probar un croissant. La panadería no solo alimenta, también cuenta la historia de un pueblo que nació del cobre y creció entre culturas, sabores y acentos. Cada pieza de pan es un pequeño recuerdo de ese pasado que aún vive entre sus muros.

Después de probar sus delicias, puedes recorrer el centro histórico de Santa Rosalía. Muy cerca se encuentra la parroquia de Santa Bárbara, atribuida al ingeniero Gustave Eiffel, y el Museo de Historia de la Minería, donde se entiende cómo la llegada de los franceses moldeó mucho de este rincón del Pacífico. 

Así que cuando llegues a Santa Rosalía, sigue tu olfato. Te llevará directo a la panadería El Boleo, en Álvaro Obregón 30. Ahí entenderás por qué este lugar ha sobrevivido más de 120 años y por qué, después de probar su pan, todos prometen volver, y no sólo una vez o dos.