Cuando la Inteligencia Artificial analizó las festividades más emblemáticas de México, hubo un nombre que se repitió una y otra vez, Xochitepec. Este Pueblo Mágico, ubicado a poco más de una hora de la Ciudad de México, se ha convertido en el lugar más buscado para disfrutar el Día de Muertos. Su encanto no solo radica en su belleza colonial, sino en la pasión con la que sus habitantes mantienen viva una de las tradiciones más queridas del país.
En esta temporada, Xochitepec se viste de flores de cempasúchil, luces, música y arte popular. Las calles se cubren de aserrín teñido que forma los famosos tapetes monumentales, una verdadera obra colectiva que atrae a miles de visitantes. No es casualidad que la IA lo considere el mejor pueblito para esta fecha: pocas comunidades logran combinar tan bien la devoción, la creatividad y el sentido de identidad.
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La celebración principal lleva por nombre “Camino al Reencuentro con Amor a los que ya no están”, y este 2025 se realizará del 30 de octubre al 2 de noviembre. Durante cuatro días, el pueblo se transforma en un escenario vivo donde las tradiciones, las emociones y la nostalgia se entrelazan para rendir homenaje a los que partieron.
Cada año, más familias, turistas y curiosos llegan para vivir esta experiencia sensorial, olor a copal, velas encendidas y calles que parecen lienzos. Xochitepec no solo celebra el Día de Muertos, lo vive con el corazón y lo comparte con el mundo.
Tapetes de aserrín y catrinas
La gran joya del evento son los tapetes monumentales, elaborados con aserrín pintado a mano. Vecinos, artistas y voluntarios trabajan durante días para diseñar figuras alusivas a la vida, la muerte y los recuerdos. En la explanada municipal también se instala un mural gigante de aserrín, considerado uno de los más grandes de Morelos.
El programa incluye además una procesión de catrinas, en la que personas de todas las edades desfilan por las calles con trajes típicos y maquillajes espectaculares. Este desfile se ha convertido en uno de los momentos más fotografiados del festival, junto con el performance de fuego en la Plaza de Toros La Canela y las presentaciones de artistas locales como Flor Amargo y la Big Band Cuernavaca.
Tradición, música y comunidad
El festival combina lo mejor de la cultura popular mexicana, desde la “Dulce Petición”, donde los niños piden calaverita por las calles, hasta conciertos, muestras gastronómicas y presentaciones de danza folklórica. Todo con entrada libre, para que nadie se quede fuera. La intención, según el alcalde Roberto “Chalo” Flores, es mantener vivo el amor por los que ya no están, pero también fortalecer la unión comunitaria.
La música, el arte y las ofrendas familiares se unen en un homenaje que trasciende generaciones. En cada rincón, se percibe ese espíritu que hace del Día de Muertos una de las celebraciones más auténticas de México.
Cómo llegar y qué esperar
Xochitepec se encuentra a unos 90 kilómetros de la Ciudad de México, y se puede llegar fácilmente por la Autopista México–Cuernavaca. Durante el festival, las calles del centro se cierran parcialmente al tránsito para permitir el paso de visitantes y desfiles, por lo que se recomienda llegar temprano y con calzado cómodo.
Además del clima cálido y la hospitalidad de su gente, los visitantes podrán disfrutar antojitos como pozole, tamales, atole y pan de muerto, elaborados por cocineras locales. Todo acompañado del aroma del cempasúchil que inunda las calles y del sonido de bandas locales que llenan el aire con música viva.
Xochitepec, el elegido por la IA
Si la Inteligencia Artificial tuviera que escoger un lugar para vivir la esencia del Día de Muertos, no hay duda, elegiría Xochitepec. Su autenticidad, su arte efímero y su ambiente familiar lo convierten en un destino imperdible.
Aquí, entre tapetes coloridos, ofrendas y velas, los visitantes no solo recuerdan a sus seres queridos, los sienten más cerca que nunca. Y quizá por eso, este pequeño pueblo de Morelos brilla más que nunca en el mapa de las tradiciones mexicanas.