Cuando pensamos en Canadá, es casi imposible no imaginar los paisajes llenos de arces, esos árboles que tiñen de rojo y naranja el otoño y que son parte de su identidad nacional. Sin embargo, no hace falta volar tan lejos para caminar entre ellos. En México, específicamente en Jalisco, existe un Pueblo Mágico con un bosque de maple que te hará sentir como si hubieras cambiado de país.
Ese lugar es Talpa de Allende, un municipio rodeado de montañas, que esconde un secreto natural increíble: el bosque de maple más grande de Latinoamérica. Lo curioso es que el descubrimiento fue casi accidental, cuando un grupo de biólogas que estudiaban aves migratorias se topó con un árbol de arce y, poco después, confirmaron que no era uno, sino todo un bosque.
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Caminar entre sus senderos es adentrarse en un mundo distinto. Allí crece el arce azucarero, una especie única en el mundo, muy similar a las que son famosas en Canadá, rodeada de oyameles, pinos y helechos gigantes que se remontan al Pleistoceno. Si llevas tu cámara, tendrás la oportunidad de capturar la diversidad de paisajes y especies que hacen de este bosque un ecosistema verdaderamente singular.
El bosque no es lo único que te espera en Talpa de Allende. Este Pueblo Mágico tiene otros muchos atractivos que podrás conocer. La Virgen del Rosario es el motor de fe que mueve a millones de peregrinos cada año, quienes recorren la Ruta del Peregrino, un camino de más de 200 años de tradición.
¿Qué conocer en el Pueblo Mágico Talpa de Allende?
Si decides visitar este Pueblo Mágico, además de los arces encontrarás templos coloniales como el Santuario de la Virgen de Talpa, la parroquia de San José y varias capillas históricas. También puedes subir a la Cruz de Romero para admirar la vista panorámica de los valles y montañas que rodean al pueblo.
No olvides probar sus sabores. Talpa es famoso por el café, los dulces de guayaba y las artesanías hechas de chilte, un material muy tradicional de la región. Esos detalles sencillos terminan por hacerlo un lugar único en el país, perfecto sobre todo si buscas llevarte un recuerdo tangible a casa.
También puedes darte una escapada a las cascadas de Aranjuez, muy cerca del municipio. El camino atraviesa follajes densos y pequeños arroyos, por lo que te recomendamos ir acompañado de un guía local. Al final, la recompensa es un chapuzón en agua fresca y un rato de descanso frente al sonido de la caída de agua.
El clima es otro punto a favor. La temperatura promedio ronda los 21 °C, lo que hace que el paseo por el bosque sea agradable casi en cualquier época del año. Entre junio y julio la lluvia le da un verde intenso a la zona, y en invierno el paisaje recuerda aún más a los bosques canadienses.