Con la llegada de diciembre, muchos ya andamos preparando el famoso maratón Guadalupe-Reyes, aunque no seamos precisamente atletas. Y justo para arrancarlo con buen ánimo, nada mejor que visitar un lugar que vive el 12 de diciembre con muchísima emoción: Xicotepec, en Puebla. Este Pueblo Mágico guarda una de las figuras de la Virgen de Guadalupe más grandes del país.
La figura monumental mide 23 metros y se levanta sobre el Cerro El Tabacal, un punto que te permite ver el pueblo desde arriba. La construcción comenzó en 2006, justo donde se dice que hubo una aparición en 1949. El artista Miguel Vargas Martínez fue quien dio forma a la estructura de acero recubierta con cemento, un trabajo que tomó varios años y que terminó por convertirse en un símbolo muy querido.
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Después de cuatro años de obra y mucho esfuerzo colectivo, quedó lista en 2010. Hoy, la plazuela que la rodea funciona como un espacio que en tu visita es perfecto para sentarte a tomar aire, observar la escultura y disfrutar el paisaje. Además, su ubicación en lo alto del cerro es maravillosa para ver cómo cae la tarde mientras el cielo cambia de colores.
Cada 12 de diciembre, este punto recibe hasta 15 mil personas que llegan para la fiesta más grande de Xicotepec. Además, cerca encontrarás el primer santuario construido en 1949, un sitio pequeño pero significativo que forma parte del recorrido obligado en el Pueblo Mágico.
¿Qué hacer en Xicotepec, Pueblo Mágico de Puebla?
Más allá de la escultura, el Pueblo Mágico es un gran destino para recorrer. Su plaza principal te llevará a romantizar los paseos lentos, sentarte bajo algún árbol y pedir un café recién hecho. Ahí el café es un orgullo local gracias a la producción que se desarrolla en la zona, así que no te vayas sin probarlo en alguno de los portales.
En cuanto a destinos naturales, Xicotepec tiene cascadas realmente preciosas. Una está casi a pie de carretera, mientras que la otra se esconde entre vegetación más frondosa. Si te animas a ir un poco más lejos, el río Silima es un gran lugar y además tiene un puente colgante que te llenará de adrenalina.
En temporada de lluvias se practica rafting en el río, una actividad que seguramente hará feliz a los más aventureros. Pero si prefieres algo tranquilo, caminar por los alrededores también es una buena forma de pasar el tiempo. Hay senderos cortos donde puedes escuchar el agua, respirar aire fresco y olvidarte del ruido urbano.
Y aunque exista una virgen aún más grande, como la de Ocuilán en el Estado de México, la de Xicotepec es la más grande dentro de un Pueblo Mágico. Eso te permite armar un plan completo entre la visita al mirador, una vuelta por las calles y un buen café. Si buscas una salida en diciembre, este destino te queda como anillo al dedo.