¿Sabías que en Nayarit hay una isla conocida como la “Venecia mexicana”? Se llama Mexcaltitán y es la prueba de que no hace falta cruzar el Atlántico para navegar por calles convertidas en canales. Este pequeño Pueblo Mágico aparece en medio de una laguna y, durante la temporada de lluvias, sus calles se inundan lo suficiente como para que el transporte se realice en pangas. La imagen es sorprendente: techos de teja, casas de colores y agua en los canales, como si se tratara de una postal italiana.
Ubicada al norte del estado, en el municipio de Santiago Ixcuintla, esta isla circular de apenas 400 metros de diámetro está rodeada de manglares y biodiversidad. Para llegar a Mexcaltitán desde la Ciudad de México, primero hay que llegar a Tepic, lo cual toma unas 11 horas en autobús (con líneas como Futura, Turistar o Elite) o alrededor de 9 horas y media en auto.
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Desde Tepic, se sigue por carretera hacia Santiago Ixcuintla, un trayecto de una hora, y luego se continúa hasta el embarcadero La Batanga, donde una lancha te lleva a la isla en solo 15 minutos, aunque también existe la opción de hacer un recorrido más largo para apreciar los alrededores, canales naturales incluidos
Una vez en la isla, lo primero que llama la atención son las franjas rojas en las fachadas de las casas. Estas marcas indican hasta dónde sube el agua durante la temporada de lluvias, entre julio y septiembre. En esa época, Mexcaltitán se transforma por completo. Pero si prefieres algo más tranquilo, puedes ir en invierno y caminar sin problema por sus calles empedradas.
¿Cuál es la historia de Mexcaltitán?
Además de su peculiar paisaje, este Pueblo Mágico también tiene su buena dosis de historia. Se dice que aquí surgió el mítico Aztlán, el lugar del que partieron los mexicas antes de fundar Tenochtitlán. Aunque no hay certeza absoluta, esta teoría ha alimentado leyendas durante siglos. En el Museo de Origen puedes conocer todo sobre esta versión de los hechos, además de explorar objetos que cuentan la historia del Pueblo Mágico.
La vida en Mexcaltitán gira en torno al agua y al camarón. La pesca es parte fundamental de su economía y eso se nota en cada platillo. Si te gusta comer bien, en la isla vas a querer probar todo: empanadas, sopes, gorditas y hasta un guiso espeso llamado tlaxtihuilli, todo preparado con camarón fresco.
Entre los lugares que puedes visitar está la parroquia de San Pedro y San Pablo, construida en el siglo XIX. Es pequeña y sencilla, con una sola nave y una torre, pero tiene una importancia enorme para los habitantes. Cada 29 de junio se celebra una fiesta patronal que colma la isla de colores, música, y por supuesto, mucha comida.
Además del museo y el templo, hay otros sitios que vale la pena conocer, como la Casa China o el mercado local, donde puedes comprar artesanías hechas por los mismos pobladores. Mexcaltitán no es grande, así que recorrerlo completo te toma menos de una hora. Pero eso no significa que vayas a aburrirte. Entre paseos, platillos y charlas con los isleños, el día se pasa volando. ¿Y tú, crees que si se trate de Aztlán?