Zimapán, en Hidalgo, está a solo un par de horas de Pachuca y es una excelente escapada si lo tuyo es perderte entre paisajes naturales poco convencionales. Las Grutas de Cristal, con sus estalactitas y estalagmitas, parecen sacadas de un sueño subterráneo, como si el tiempo hubiera esculpido cristales en la oscuridad. Es un lugar que te hace detenerte y mirar dos veces, como si algo mágico estuviera pasando bajo tus pies.
Pero no todo es bajo tierra: el pueblo tiene sus propios secretos a cielo abierto. Hay cabañas para todos los gustos, desde lo rústico hasta lo más cómodo, y rincones como el Parque Nacional Los Mármoles, el Cañón del Infiernillo o las Grutas de Xahjhá, que te hacen sentir como si estuvieras explorando otro planeta. Eso sí, muchos caminos son complicados, así que un guía local puede ser tu mejor aliado para adentrarte en cuevas, montañas y senderos sin preocuparte por perderte.
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Y si creías que todo era naturaleza, espera a ver el lado cultural. Puedes recorrer templos coloniales como el de San Pedro, Guadalupe o Santiago, donde el pasado aún respira entre los muros. Si te animas a algo más curioso, lánzate al antiguo pueblo fantasma de Villa la Encarnación o visita la Isla Tzibanza, en medio de la presa Zimapán. Ahí, en cabañas rodeadas por agua, vas a poder desconectarte del mundo, recargar energía y dejar que la aventura siga su curso al ritmo que tú decidas.
Viaje de 3 días a Zimapán desde la CDMX
Hoy te vamos a decir cuánto te puede salir un viaje de tres días a este Pueblo Mágico de Hidalgo. Es un estimado, porque todo depende de cómo viajes, qué tanto te guste gastar y qué planes tengas en mente. Pero al menos con esto te haces una idea más clara y dejas de poner excusas para seguir aplazando esa escapada. Así que, si ya te anda por empacar, sigue leyendo y anímate de una vez a lanzarte a la aventura.
Trayecto
Llegar a Zimapán desde la Ciudad de México implica recorrer unos 205 kilómetros, lo que te tomará alrededor de 3 horas y media manejando tranquilo. La buena noticia es que solo hay una caseta en el camino, la de Ojo de Agua, que cuesta 65 pesos. A eso súmale la gasolina, que ronda los 410 pesos. En total, te gastarías unos 950 pesos entre ida y vuelta si vas en auto. ¿Prefieres el autobús? No hay problema, el boleto está entre 280 y 300 pesos con empresas como Ovnibus, así que redondeando serían unos 600 pesos por los dos trayectos.
Hospedaje
Cuando llegues, te vas a encontrar con varias opciones para dormir. Desde hoteles como Don Gerónimo, San Juan Zimapán o Casa Riva Palacio, hasta cabañas o espacios más relajados como Rincón de Villa, donde incluso puedes acampar y lanzarte a alguna actividad guiada. En promedio, una noche te costará unos 250 pesos por persona si compartes habitación, ya que la mayoría están en el rango de 500 pesos por noche para dos. Si te animas al camping, hasta puedes pagar menos y dormir bajo las estrellas.
Atractivos
Para entrar a las Grutas de Xajhá necesitas 100 pesos, pero también hay paquetes de 550 por persona que incluyen guía, entrada, y zona de campamento (puedes llevar tu casa de campaña o rentar una ahí mismo). Las aguas termales de estas grutas alcanzan hasta 40?°C, así que prepárate para un baño natural muy bien merecido.
Otro atractivo son las dunas rojas de San Francisco Pacula parecen sacadas de otro planeta con ese color terracota tan marciano. Hay tours que incluyen grutas, cuevas y dunas por unos 1,200 pesos. Si quieres ir por tu cuenta, solo te cobran 50 pesos por vehículo para las dunas.
El Parque Nacional Los Mármoles también vale la pena: lleno de vegetación y con vistas increíbles, su entrada cuesta 90 pesos por persona al día. Si te animas a subir, llegarás al cerro del Cangandó, con más de 3,000 metros sobre el nivel del mar. ¿Lo mejor? Muchos de los otros rincones que puedes explorar son gratuitos.
Total
Un viaje de tres días a Zimapán puede salir entre 2,500 y 3,500 pesos en total, todo incluido: transporte, hospedaje y actividades. Ya sea que vayas en auto o en autobús, duermas en hotel o acampes, y combines tours con aventuras por tu cuenta, el presupuesto alcanza para disfrutar. Tres días bastan para desconectarte, explorar grutas, relajarte en aguas termales y volver con la pila recargada. Ah, y no se te olvide incluir la comida en tu presupuesto.