Entre neblinas densas que cubren la sierra de Veracruz, se halla una localidad catalogada como Pueblo Mágico, ubicada a más de 1,500 metros de altitud. Hablamos de Coscomatepec de Bravo, una comunidad que conserva su esencia antigua, con fragancia a pan rústico, café tostado y relatos que se respiran en sus calles empedradas. Pero además de su belleza tradicional, posee un tesoro natural que fascina a los apasionados del alpinismo.
Desde este sitio lleno de color, se observa claramente el majestuoso Citlaltépetl, o Pico de Orizaba, el punto más elevado del país y el segundo en altura de toda Norteamérica. Para quienes anhelan subir hasta lo más alto, este pueblo es el mejor lugar para iniciar la travesía. Llegar a lo más alto no es tarea sencilla, se necesita preparación y experiencia. Aun así, quienes solo contemplan el paisaje desde abajo también quedan asombrados.
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En este rincón montañoso veracruzano, la vivencia va más allá del deporte. Cada semana, el lunes cobra vida con un mercado al aire libre donde mujeres vestidas con trajes regionales ofrecen productos de la región entre colores, aromas y ritmos típicos. Recorrer la zona central es como viajar en el tiempo, donde lo cotidiano se vuelve especial.
Por otro lado, esta población también honra episodios de lucha. En el año 1813, el general Nicolás Bravo logró romper un cerco militar de más de un mes, motivo por el cual el sitio lleva su nombre. Cada mes de octubre, sus habitantes celebran este capítulo con festejos llenos de identidad.
A los pies del Citlaltépetl
El Citlaltépetl representa mucho más que una simple elevación, es el símbolo ancestral de Coscomatepec. Su cima blanca domina el paisaje y cautiva a aventureros de distintas partes del planeta. Desde esta localidad veracruzana parte la ruta conocida como “Camino al Citlate”, reconocida como el trayecto oficial para comenzar el ascenso. A pesar de ser un desafío físico, quienes llegan a lo más alto aseguran que contemplar el mundo desde allí arriba es una vivencia inolvidable.
Para los que eligen quedarse en zonas bajas, también hay opciones para conectar con la naturaleza. Senderos serpenteantes entre pinos, riachuelos que reflejan el cielo y calles antiguas con piedras redondeadas ofrecen paseos tranquilos llenos de magia. La oferta de turismo ecológico en este lugar es genuina, sin saturación ni artificios.
Cultura viva y sabor de montaña
Al recorrer Coscomatepec, es casi obligatorio deleitarse con sus recetas tradicionales. Platos como el tlatonile, el espeso chilatole con frijoles grandes, la barbacoa sin colorantes y los tamales preparados con flor de izote, son joyas gastronómicas que conquistan al paladar. Si coincides con un lunes, no te pierdas su mercado ambulante, donde hallarás pan recién salido del horno, café con especias y postres típicos como los huapinoles o las doncellas.
Dentro de muchas viviendas antiguas se conservan espacios donde aún se elaboran puros de manera artesanal. En estos sitios, familias del lugar comparten los pasos para armarlos, un proceso que mezcla técnica, paciencia y legado. Participar es como entrar en otra época.
La fundación de Coscomatepec data del año 1597, y su denominación surge del vocablo náhuatl Cuezcomatepec, que significa “loma de los graneros”. Este rincón de México es una mezcla de paisajes impactantes, cultura viva, relatos del pasado y hospitalidad genuina: perfecto para quienes desean una experiencia más profunda que solo tomar fotografías.
Preguntas frecuentes sobre Coscomatepec
- ¿Dónde está Coscomatepec?
En la zona montañosa central del estado de Veracruz, a 50 minutos de Córdoba.
- ¿Qué montaña se ve desde el pueblo?
El Citlaltépetl o Pico de Orizaba, la más alta de México.
- ¿Se puede hacer senderismo sin escalar la cima?
Sí, hay rutas accesibles por los alrededores con vistas espectaculares.
- ¿Qué día es el tianguis tradicional?
Todos los lunes, en el centro del pueblo.
- ¿Qué comida típica hay que probar?
El chilatole, el tlatonile, los tamales de flor de izote y la barbacoa blanca.