El calor de la temporada no siempre implica costas llenas ni sol abrasador sobre la arena. En México hay destinos que fusionan el atractivo de los Pueblos Mágicos con relajantes baños termales, perfectos para quienes desean unas vacaciones distintas y lejos del bullicio. Según la inteligencia artificial, estos sitios reúnen entornos naturales, pasado histórico y vivencias únicas entre estanques, caídas de agua y vapor con propiedades curativas.
Entre montañas, llanuras y callejones empedrados, cada Pueblo Mágico resguarda un tesoro, manantiales que por décadas han sido utilizados para descansar y mejorar la salud. La propuesta no se limita al contacto con el agua; también incluye construcciones antiguas, costumbres transmitidas de generación en generación y sabores que conquistan a cualquier visitante.
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Algunos lugares sobresalen por sus complejos modernos y centros recreativos ideales para compartir con toda la familia. Otros mantienen un estilo más tradicional, donde la naturaleza es la protagonista y las horas parecen no avanzar. Aunque se pueden disfrutar en cualquier estación, en verano el ambiente y la temperatura invitan a permanecer sumergidos por largo tiempo.
En este viaje descubrirás zonas con géiseres, saltos de agua impresionantes, aguas ricas en minerales y espacios pensados tanto para la aventura como para relajarse. Lleva contigo tu traje de baño, protector solar y toda la disposición para desconectarte de la rutina.
1. Tecozautla, Hidalgo
En plena región del Bajío hidalguense, este destino se levanta como un refugio en medio de paisajes áridos. Su mayor atractivo es El Géiser, un respiradero natural que lanza chorros de agua a 95°C, creando piscinas y áreas de vapor al aire libre. Además de disfrutar del calor termal, es posible caminar por su antiguo acueducto, conocer el Ex Convento de Santiago Apóstol o degustar helados artesanales con sabores poco comunes como garambullo y nopal con queso.
2. Chignahuapan, Puebla
Enmarcado por sierras y fachadas pintadas en tonos vivos, este rincón destaca por su laguna, la producción artesanal de esferas y sus manantiales sulfurosos con fama de ser benéficos para la salud. A corta distancia está el Salto de Quetzalapan, una imponente caída de agua de 200 metros donde los visitantes practican rappel, tirolesa y disfrutan de un mirador que deja sin aliento.
3. Ixtapan de la Sal, Estado de México
Ubicado a un par de horas de la capital del país, Ixtapan combina elegantes centros de spa con el parque acuático más grande de toda Latinoamérica. Es el lugar ideal para alternar masajes, baños en albercas termales y excursiones a cuevas cercanas. Su corredor turístico enlaza con Tonatico, haciendo posible alargar la experiencia en la zona.
4. Tonatico, Estado de México
Con una atmósfera cálida y ambiente pintoresco, Tonatico cautiva con sus fuentes de agua caliente, el Balneario Municipal y las sorprendentes Grutas de la Estrella, formaciones rocosas atravesadas por un río subterráneo. También se puede visitar el Salto de Tzumpantitlán, una cascada que, con la luz adecuada, crea bellos arcoíris naturales.
5. Huichapan, Hidalgo
Este destino combina riqueza arquitectónica con el atractivo termal del Valle del Mezquital. En el Parque Acuático El Pathecito encontrarás albercas, toboganes y áreas para acampar. Recorrer sus calles hechas de cantera y observar sus construcciones de época virreinal es el plan perfecto para cerrar un día de diversión en sus aguas.
Lo que necesitas saber antes de ir a estos balnearios
- ¿Cuál es el más cercano a la CDMX?
Ixtapan de la Sal, a unas 2 horas.
- ¿Dónde están las aguas más calientes?
En El Géiser de Tecozautla, con 95°C.
- ¿Cuál es ideal para ir con niños?
Ixtapan de la Sal y Huichapan por sus parques acuáticos.
- ¿Hay opciones de aventura?
Sí, en el Salto de Quetzalapan (Chignahuapan) y el Salto de Tzumpantitlán (Tonatico).
- ¿Cuál es el más tranquilo?
Tonatico, por su ambiente rural y menos afluencia.