Por Chary Cambero
En el corazón del Pueblo Mágico de Jala, Nayarit, el maíz es más que un alimento: es historia, identidad y orgullo. Cada agosto, esta relación se celebra a lo grande con la tradicional Feria del Elote, que atrae a visitantes de todo el país para ser testigos del concurso que premia al elote más grande del mundo.
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La edición 2025 comenzó con entusiasmo el pasado fin de semana y, desde entonces, las calles de Jala se llenan de color, música, gastronomía y actividades culturales. El evento principal es el Concurso del Elote Más Grande, donde agricultores locales compiten con ejemplares de la variedad autóctona de maíz, famosa por alcanzar mazorcas de hasta 49 centímetros de largo.
Concurso del elote más grande del mundo
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), esta variedad es una de las más valiosas del país. Su importancia no solo radica en su tamaño, sino también en que el certamen impulsa la preservación de semillas criollas y fortalece el orgullo campesino de la región.
Este año, el título fue para José Manuel Gómez Rodríguez, quien presentó una mazorca de 38.7 centímetros, consolidándose como el ganador de la Feria del Elote 2025.
con una medida de 38.7 cm/Foto: Especial
“Es un concurso que rescata nuestras tradiciones y nos recuerda que el maíz es parte fundamental de la identidad de Jala”, comentó Humberto Lomelí, director de Turismo del Ayuntamiento.
Entre leyendas y ciencia
La historia de estos elotes gigantes está envuelta en tradición oral y creencias religiosas. Los abuelos cuentan que hace siglos comenzaron a aparecer mazorcas de hasta 60 centímetros y que este fenómeno fue un milagro de la Virgen de la Asunción, patrona del pueblo, cuya imagen, con los brazos abiertos, simbolizaría la longitud de sus elotes.
En tiempos recientes, científicos y agrónomos intentaron reproducir esta variedad fuera de Jala sin éxito. El maíz gigante solo prospera aquí, lo que lo convierte en una “raza” única. Algunos expertos asocian su tamaño con el suelo volcánico, el microclima y las prácticas agrícolas heredadas.
“Aquí tenemos la combinación perfecta de clima, tierra y tradición, y eso no se encuentra en ningún otro lugar”, explicó un guía de turistas local.
Sabor dulce y tradición en la mesa
Además de su tamaño, el maíz de Jala destaca por su sabor dulce, ideal para platillos típicos como tamales, elotes asados, atole y tortillas grandes. Durante la feria, estos productos se ofrecen en cada esquina, convirtiendo el paseo en una experiencia gastronómica única.
“Con este maíz hacemos desde elotes cocidos y asados hasta tamales y atole… todo lo que comemos aquí lleva nuestro maíz”, compartió un habitante del lugar.
Un atractivo turístico que crece cada año
La Feria del Elote no solo es un escaparate agrícola y cultural, también es una oportunidad para que Jala refuerce su atractivo turístico como Pueblo Mágico. Entre música, danzas, gastronomía y la calidez de su gente, esta celebración demuestra que la tradición y el orgullo local pueden medirse… en centímetros.