¿Sabías que en Campeche hay un Pueblo Mágico con su propia Estatua de la Libertad? Se trata de Palizada, un rincón al suroeste del estado poco turístico, pero realmente hermoso, en el que la vida transcurre marcada por el río, las bicicletas y las charlas en la plaza.
En él, antes de maravillarte con el hecho de que tenga una Estatua de la Libertad, lo primero que llamará tu atención serán seguramente sus techos de teja francesa y sus fachadas pintadas en tonos vivos que se reflejan en el agua. También te recomendamos caminar por el malecón.
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El río Palizada fue una ruta histórica que transportaba el famoso palo de tinte, codiciado por europeos en siglos pasados. En sus profundidades aún se dice que reposan barcos hundidos, mientras en sus orillas se dejan ver cocodrilos y manatíes buscando mangos caídos. Con suerte, también podrás ver iguanas y aves que pintan el paisaje con su movimiento constante.
Un paseo en lancha es casi obligatorio. Desde el agua se tiene una perspectiva única de las casas coloridas y de la vida cotidiana que se acomoda en la ribera. Si quieres un recorrido más largo, puedes tomar la lancha hacia Ciudad del Carmen, donde el viaje es una experiencia muy interesante y no tan conocida en la región
La historia de la Estatua de la Libertad en Palizada
Ahora viene la sorpresa: Palizada tiene su propia Estatua de la Libertad. Sí, así como lo lees. Desde 1949 se levanta en el malecón una réplica blanca de cuatro metros de altura que simboliza el espíritu liberal de los paliceños. Fue inaugurada en el Parque de la Libertad, tras el nombramiento del pueblo como “Patriótico y Liberal” por su apoyo contra el imperialismo.
Aunque lo común es imaginar la Estatua de la Libertad en Nueva York, Palizada guarda con orgullo su réplica como un recordatorio de su identidad. De hecho, México es de los pocos países que tiene una versión de este monumento. La historia cuenta que los hermanos Calderón, escultores yucatecos, fueron los encargados de realizarla, al igual que el Monumento a la Madre que también se encuentra en el pueblo.
Además de la estatua, Palizada guarda otros secretos peculiares, como esa escultura a la madre con seis dedos que, según dicen, se inspiró en una mujer real con esa particularidad. Estas historias no son sólo anécdotas, sino parte de la identidad del lugar. Al recorrer sus calles, no solo se ve un pueblo de postal, se siente un lugar colmado de relatos que sus habitantes comparten con orgullo.
Visitar Palizada
La gastronomía es otro gran atractivo del pueblo. Nada como sentarse en el mercado a disfrutar un chocolate caliente espumoso acompañado de una concha. También te recomendamos probar los helados de la Perla de los Ríos en la plaza, un plan perfecto para refrescarte después de caminar bajo el sol.
Palizada, con menos de 10 mil habitantes, es uno de esos destinos que todavía se sienten como un secreto bien guardado. Entre su río lleno de historias, su réplica de la Estatua de la Libertad, sus casas coloridas y sus curiosidades locales, es un sitio que maravilla al no ser más conocido.