VESTIGIOS EN LA CDMX

¡Siguen los hallazgos! INAH descubre 4 entierros infantiles mexicas en la Lagunilla

Los investigadores del INAH descubrieron cuatro entierros infantiles que datan de 1521 a 1620 dentro de una propiedad en la CDMX

Las excavaciones también revelaron algunos objetos junto a los restos humanos de infantesCréditos: INAH
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Hace unos días el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reveló que se habían encontrado restos de la Fábrica Nacional de Cartuchos (FNC), la cual se tienen apenas registros desde el siglo XX, donde hallaron muros de fortín construidos en 1847, así como cartuchos durante los trabajos de la calzada peatonal Chivatito en Chapultepec. Ahora, nuevamente los investigadores del INAH informaron del hallazgo de restos humanos en un predio de la Lagunilla en el Centro Histórico, lo increíble de esto es que son cuerpos que datan desde los primeros años de la naciente ciudad virreinal. 

El contexto que plantean los científicos del INAH es que luego de la caída de la gran Tenochtitlán, los españoles expulsaron a los indígenas a la periferia de la ciudad, para ubicarse en el centro sociopolítico de la naciente ciudad de la Nueva España. Sin embargo, los mexicas desde sus nuevas viviendas, las y los mexicas mantuvieron múltiples actos de resistencia, los cuales ahora se revelan gracias a los trabajos del INAH. 

Ahora que sabes sobre la situación en la que vivían los mexicas, vamos a explicarte lo que los arqueólogos encontraron en la vivienda mexica, en el proyecto de salvamento arqueológico en un predio del barrio de la Lagunilla, donde la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el INAH forman parte. De acuerdo con el comunicado, los vestigios pertenecen a cuatro entierros infantiles, originarios del periodo Colonial Temprano, los cuales se efectuaron a la usanza prehispánica. 

¿Qué significan los hallazgos del INAH en la Lagunilla? 

Juan Carlos Campos Varela, arqueólogos a cargo del proyecto, indicó que en términos históricos esta área corresponde al barrio de Cotolco y perteneció a la parcialidad de Atzacoalco, una de las grandes divisiones territoriales de México- Tenochtitlán. Aunque esto no es todo, ya que tiene vínculo a otra ofrenda mexica que se ubicó en Plaza Garibaldi, que también fue después de la invasión de la ciudad mexica; a la par de esto los hallazgos del INAH en el predio de La Lagunilla significan que los indígenas permanecieron en difíciles condiciones de vida, quienes no pudieron huir de Tenochtitlán durante el sitio, ni después de la caída. 

Las conclusiones surgen después de que se examinaron los cuatro cráneos de los infantes, donde se infiere que no hay huellas de sacrificio ritual, por lo que las causas de sus muertes, que igual deben ser determinadas con exámenes de antropología física, estarían más asociadas a una época de crisis. El infante de mayor edad, entre seis y ocho años, presentó orbitaría en los techos de sus órbitas oculares, las cuales se asocian con la anemia, proceso infecciosos, parásitos, y desbalance en la dieta. 

Al mismo tiempo, hace falta examinar al neonato, que tal vez nació derribado de un aborto espontáneo por alguna deficiencia alimentaria o estrés materno. Otro punto de interés son las ofrendas mortuorias, ya que uno de ellos presentaba dos ajetes cerámicos y trípodes, entre otros aspectos. 

“Hace tres años excavamos frente al predio que ahora trabajamos y encontramos tres entierros adultos y cuatro infantiles, también del periodo Colonial Temprano. Es decir, si sumamos esos niños con los que hoy tenemos, la evidencia indica que, al menos en este barrio de Cotolco, quienes más estaban muriendo eran los infantes”, comentó Campos Varela.