EL TURISMO SIRVE

¿Cómo afectó la pandemia por COVID-19 al turismo?

El impacto fue demoledor con la detención de llegadas de vuelos; no sólo dejaron de llegar visitantes y los hoteles se fueron vaciando, sino que muchos turistas, especialmente sudamericanos, quedaron sin posibilidad de regresar a sus países

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El inicio de 2020 marcaba registros de grandes números que permitían vislumbrar que se podrían mejorar las estadísticas turísticas de 2019 que había sido un gran año. 

En Quintana Roo, el segundo país generador de visitantes es Canadá. En 2019 llegaron más de 1.2 millones de canadienses y su principal temporada, donde se concentra la gran cantidad de llegadas es de diciembre a abril, los meses donde el frío invernal los hace buscar un descanso en el clima tropical del Caribe. Es por eso que, al detenerse la actividad turística en la segunda quincena de marzo de 2020, ya había llegado un buen número y ese año cerró con cerca de medio millón de visitantes. 

El impacto fue demoledor con la detención de llegadas de vuelos; no sólo dejaron de llegar visitantes y los hoteles se fueron vaciando, sino que muchos turistas, especialmente sudamericanos, quedaron sin posibilidad de regresar a sus países generando un problema adicional por la necesidad de albergarlos y alimentarlos mientras se gestionaba con sus embajadas la realización de vuelos especiales de rescate como sucedió en el caso de Argentina y Colombia. 

Cabe destacar el trabajo que al respecto realizó la Secretaría de Turismo del estado al negociar hospedaje a tarifas módicas y en algunos casos asumir el costo. También fue muy emotivo ver que personas de la localidad iban al aeropuerto a ofrecer comida y bebidas a los pasajeros varados.

Debo mencionar que el aeropuerto de Cancún nunca detuvo su actividad y sorprendentemente, algunas aerolíneas nacionales y destacadamente American Airlines nunca dejó de volar desde Dallas y Houston gracias a la importante ayuda financiera que recibieron las aerolíneas en Estados Unidos. 

El estado registró una pérdida de más de 100 mil empleos y pese a que se promovió entre los empresarios no despedir a su personal, no todos lo pudieron asumir y, especialmente, al estar los negocios cerrados dejaba de generarse un componente muy importante del ingreso de los trabajadores que son las propinas.

Pronto, todo se fue deteniendo y se tomaron medidas para equipar hospitales, apoyar a las familias de los trabajadores, garantizar la seguridad y prepararse para el reinicio de actividades cuando las circunstancias lo permitieran. Aun aquellos que consideraban que eran ajenos a la actividad turística, empezaron a resentir los efectos de una economía detenida.

Observando lo que sucedía en otros países, y viendo cómo la pandemia inició en China, se extendió por Europa, marcadamente en Italia y España, llegó a nuestro continente primero a Canadá, luego a Estados Unidos, nuestro país y luego el cono sur, la lógica indicaba que, en ese mismo orden geográfico, veríamos la recuperación de la epidemia y aprenderíamos de las lecciones que nos ofrecían las distintas medidas que tomaban esos países. Lamentablemente, no ocurrió así. 

El turismo fue una de las actividades más afectadas por la pandemia en el mundo. También la que más fortaleza mostró en la recuperación. Lo comentaremos.


Darío Flota Ocampo es Director General del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo.